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El peligro de la dominación China en la distribución de energía en Lima

Luego de haberse concretado la compra de Enel por parte de una empresa china, se generan inquietudes sobre la creciente presencia del gigante asiático en América Latina y su potencial control casi absoluto sobre sectores críticos de la economía. En la región de Lima, esta adquisición ha llevado a China a tener una participación significativa en la distribución de energía, planteando preguntas cruciales; existe un peligro potencial, pero, ¿cuáles son las implicaciones en términos de dependencia energética y seguridad nacional?.

Anteriormente, Lima contaba con una variedad de actores en el sector de distribución de energía eléctrica, pero la inversión china en empresas del país ha cambiado este panorama. Con participaciones mayoritarias en varias compañías, China ha consolidado su influencia y control en el suministro de energía en la región.

El peligro de esta dependencia se manifiesta en varios aspectos:

Vulnerabilidad ante las Decisiones de China:

Cuando una entidad extranjera, en este caso, China, controla la mayoría de la distribución de energía en un país, se crea una vulnerabilidad frente a las decisiones y políticas de ese actor. Cambios en los términos comerciales o de suministro podrían tener un impacto directo en la economía y la estabilidad del país anfitrión.

Falta de Diversificación Energética:

Depender en exceso de un solo proveedor de energía deja a Lima y a Perú en una posición desventajosa en caso de problemas en la relación comercial con China o interrupciones en el suministro. La falta de diversificación energética aumenta la fragilidad del sistema.

Riesgos de Seguridad Nacional:

La considerable presencia de China en la infraestructura energética de Lima plantea riesgos significativos de seguridad cibernética. La posibilidad de ataques cibernéticos o el uso estratégico de esta influencia para fines políticos genera preocupaciones en términos de seguridad nacional.

Coerción Política:
La capacidad de China para influir en la distribución de energía podría convertirse en una herramienta de presión política o económica en momentos de tensión internacional. Esto podría comprometer la soberanía de Perú y su capacidad para tomar decisiones independientes.

Es imperativo abordar de manera urgente la situación para garantizar la seguridad energética y la soberanía de Perú. Si bien la inversión extranjera puede ser beneficiosa, es esencial mantener un equilibrio que proteja los intereses nacionales. Medidas como la diversificación de fuentes de energía y la búsqueda de autonomía en el suministro eléctrico son cruciales para minimizar los riesgos asociados con la excesiva dependencia de un solo actor extranjero en un sector crítico.