Los combates, con armas pesadas y ligeras, se produjeron en varios barrios de la capital, Trípoli.
Al menos un civil murió y varios resultaron heridos el sábado de madrugada en enfrentamientos de grupos armados en la capital de Libia, lo que hace temer una nueva guerra en el país norteafricano.
Los combates, con armas pesadas y ligeras, se produjeron en varios barrios de la capital, Trípoli, en un momento de caos político en el que hay enfrentados dos gobiernos rivales.
Dos gobiernos se disputan el poder desde marzo: uno con sede en Trípoli (oeste) dirigido por Abdelhamid Dbeibah desde 2021, y otro dirigido por Fathi Bashagha y apoyado por el bando del mariscal Jalifa Haftar, el hombre fuerte del este.
Durante toda la noche hubo ráfagas de tiros y explosiones en Trípoli, según un periodista de la AFP.
El gobierno basado en Trípoli acusó de los enfrentamientos al bando del Ejecutivo rival, precisamente cuando «debían celebrarse negociaciones para evitar que se derrame sangre en la capital», según apuntó en un comunicado.
El portavoz del servicio de ambulancias y socorro de Trípoli, Ousama Ali, declaró el sábado a la cadena local Libya al Ahrar que los combates seguían, por lo que los equipos tienen «dificultades para desplazarse».
El encargado indicó que hay civiles heridos pero no aportó cifras. La prensa local también informó de que hay civiles muertos, pero tampoco divulgó ningún balance oficial.
La agencia de prensa libia, Lana, anunció no obstante la muerte del actor Mustapha Baraka, que se hallaba en uno de los barrios en los que se produjeron combates. Su muerte ha suscitado gran emoción en las redes sociales, donde solía publicar sus videos.
Vehículos calcinados
Los enfrentamientos provocaron importantes daños en pleno corazón de la capital, según imágenes divulgadas en internet, en las que se veían vehículos calcinados y edificios acribillados de balazos. Hubo incendios en una mezquita y en una clínica privada.
En estos enfrentamientos estuvieron involucrados dos influyentes grupos armados, indicaron medios locales.
En el oeste del país, algunas milicias apoyan al jefe del gobierno que tiene su sede en Trípoli, Abdelhamid Dbeibah, frente a otros grupos cercanos al jefe de gobierno rival, Fathi Bashagha, instalado en Sirte, en el centro del litoral del país.
Bashagha considera que el Ejecutivo que gobierna en la capital es «ilegítimo» y desde que fue designado en febrero como líder por el Parlamento, intenta, sin éxito, entrar en Trípoli. Recientemente, amenazó con recurrir a la fuerza para lograrlo.
Bashagha está apoyado por el poderoso mariscal Jalifa Haftar, jefe militar del este de Libia, cuyas fuerzas intentaron conquistar Trípoli en 2019.
Por su parte, Dbeibah afirma que sólo entregará el poder a un gobierno electo.
Las tensiones entre grupos armados fieles a uno u otro de los dirigentes rivales se han incrementado estos últimos meses en Trípoli. El 22 de julio, los combates causaron 16 muertos, entre ellos civiles, además de medio centenar de heridos.
Tanto la Embajada de Estados Unidos en Libia como la misión de la ONU en el país norteafricano han expresado su «preocupación» por los enfrentamientos recurrentes en barrios de la capital poblados por civiles.
Libia lleva más de una década en crisis y en repetidos episodios de conflicto armado tras la caída del dictador Muamar Gadafi en un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011.
Desde entonces, el país ha tenido una decena de gobiernos y no ha conseguido celebrar elecciones presidenciales debido a las fuertes divergencias.