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¿Quién es Vicky Dávila, la periodista ‘outsider’ que quiere ser la primera presidenta de Colombia?

La presentadora, que estuvo al frente de la Revista Semana, ha sido una fuerte opositora al Gobierno de Gustavo Petro.

El anuncio de la aspiración presidencial de la periodista colombiana Vicky Dávila era una noticia que se había estado cocinando a fuego lento en el caldo de las redes sociales y los medios de comunicación desde hace meses.

Victoria Eugenia Dávila Hoyos, de 51 años, desde la dirección de la Revista Semana abonó el terreno para que esa publicación fuera el medio digital más leído de Colombia, a través de polémicas investigaciones, videos, portadas escandalosas, titulares sensacionalistas, propaganda y guerra sucia. Su destino como candidata está intrínsecamente ligado al tono explosivo de esa publicación, que ha sido su plataforma política.

La también presentadora de televisión encontró la fórmula para defender a los expresidentes derechistas Iván Duque y Álvaro Uribe y hacer férrea oposición al mandatario Gustavo Petro, a través de Semana. Un vistazo a su cuenta en X, arroja la gran cantidad de interacciones en las que lanza dardos directos al jefe de Estado —que mantiene una constante comunicación con ella en las redes— a pesar de la distancia diametral de sus posturas políticas.

La presentadora colombiana Vicky Dávila.X @vickydavilaperiodista

Mucho antes de que anunciara que dejaba la revista para incursionar en la arena preelectoral, ya era vista por algunos analistas como «presidenciable» debido a que, en el fragmentado escenario político colombiano, se presentaba como una opción aparentemente «despolitizada», respaldada por el gran poder que desde hace décadas ejercen los grandes medios en el país suramericano.

Vicky, como es conocida en el escenario público, ha mostrado una imagen de mujer de origen humilde, apegada a los valores tradicionales, acérrima opositora a la izquierda y a una salida negociada con los grupos armados. En la carta de despedida de Semana, donde comunicó sus intenciones de iniciar «una nueva etapa», se define como defensora de la «familia y el trabajo duro». 

Vicky en la mirada de los otros

En una entrevista, el periodista Daniel Coronell calificó a Dávila como «representante de una derecha recalcitrante que representa al uribismo». En ese espacio también expresó su desacuerdo en cómo ha ejercido su profesión en los últimos años.

Por su parte, otro colega de Dávila, Sergio Ocampo Madrid, escribió en una columna en El Espectador que la ‘outsider’ llevó el «derecho a opinar a límites inconcebibles», que fueron vistos como «sesgos ideológicos» y que ahora se entiende «que hacían parte de su plan a la presidencia«. Sin embargo, sobre sus aspiraciones, dice que lo que más lo asusta «es la consistencia de sus sentimientos de odio».

Otro punto que ha sido señalado por sus detractores es su relación filial con el llamado ‘Clan Gnecco’, proveniente del departamento de La Guajira, y que es relacionado con narcotráfico, crimen organizado y contrabando. Su esposo, José Amiro Gnecco, es un médico perteneciente a esa familia que, según el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, tuvo alianzas con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), reseña Pluralidad Z.

El expresidente colombiano Álvaro Uribe.Sebastian Barros / Gettyimages.ru

A esta diatriba que levanta Dávila se sumó el diplomático y también periodista Armando Benedetti, quien sorprendió con una declaración a Semana donde definió a Vicky como una «buena candidata, muy fuerte«, que representa a un sector de la derecha que no habla de fascismo sino de «seguridad y familia».

Benedetti estuvo vinculado en el escándalo revelado por Semana sobre el llamado ‘niñeragate’, que protagonizó la exjefa del despacho presidencial, Laura Sarabia. El alto funcionario le dijo a ese medio que tenía conocimiento de las supuestas interceptaciones telefónicas a la niñera de la ahora directora del Departamento Administrativo de la Presidencia y además asomó que habría ocurrido una presunta financiación ilegal de la campaña política presidencial de Petro, de la que no presentó pruebas.

Difícil relación con Petro

Las interacciones entre Petro y Vicky pueden rastrearse en X, anteriormente Twitter, desde cuando era alcalde de Bogotá, en 2012. El líder del Pacto Histórico anunciaba las entrevistas que le hacía Dávila, polemizaba con ella por algunas publicaciones y la citaba en algún comentario donde aclaraba informaciones.

El tono de la periodista contra el candidato y presidente fue subiendo y desde un par de años siempre hay, como mínimo, un mensaje digital donde lo critica y acusa de mentir, de cometer irregularidades administrativas y de querer «acabar con la democracia y la libertad».

Sobre Dávila, el mandatario no ha guardado silencio y ha dicho que es financiada por «un grupo económico» cuya «tarea permanente» es calumniarlo «para hacer política de extrema derecha» con base en «la mentira y el miedo». Recientemente, definió a «las periodistas del poder» como «muñecas de la mafia», que «están a sueldo de poderes oscuros», con referencia clara de Vicky, causando controversia, según El Tiempo.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro.Camilo Erasso / Gettyimages.ru

Asimismo, el progresista ha aseverado que la llegada de la presentadora a la presidencia implicaría el regreso a la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad como los llamados ‘falsos positivos’. A esto, la precandidata respondió: «Me llamó Vicky Dávila, y lo voy a derrotar democráticamente en las urnas en 2026″.

Aunque el gobernante Pacto Histórico aún no ha definido quién será el candidato a ser el sucesor de Petro, Dávila ha hecho una precampaña casi desde el inicio de la presidencia de Petro, por lo que se perfila como la principal contendiente de una opción de sectores de la izquierda y el progresismo.


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