Opinión

Zombis irrisibles

La lucha de los poderes sin legalidad o legitimidad, la escalabilidad en los pleitos y, la falta de orden en las organizaciones del Estado que actúan sin civilidad y sin conocimiento, generó que hoy muchos toleren y se acostumbren resignadamente a los efectos de los eventos mediáticos, pero, sí piden que en el Perú exista la opción ciudadana de descalificación moral.

Mientras, la ciudadanía vive inmersa en problemas sanitarios, sociales, de seguridad, económicos y políticos, se mantiene constante en otra depresión, la emocional. Y las autoridades en puya, sin liderazgo real que permita el desarrollo nacional, que desbarrancando las emociones ni tratan de trabajar para voltear la tortilla de los reales problemas del país. Dicen que hablan por emociones e indignaciones, cuando el problema es que no recurren siquiera al uso del cerebro.

Frente a evidencias, muchos se manifiestan ante los medios colocándole a sus discursos las gafas de la indiferencia. Sin siquiera mirar frente al espejo la paja que reside en sus propios ojos, dicen que meten mal el dedo en los celulares, cual metida de dedo al momento de votar. ¿Será el equivalente a la antigua metida de pata? Hasta se presentan frente al crucifijo para querer demostrar sinceridad, cuando lo que requieren es iluminarse, reflexionar y valorar sus responsabilidades.

Unos piden a los peruanos que difundan los audios, cuando son ellos quienes además tienen y mantienen durmiendo el sueño de blindaje a sus propios expedientes de levantamiento de inmunidad y acusaciones constitucionales.

No saben que hay formas, normas y leyes a seguir. ¿Cómo algunos personajes que debieran dar o perfeccionar las leyes, representar a los peruanos y fiscalizan al Estado, no tienen la moral para esos cargos?

El Perú estará hoy frente a un capítulo más de la novela; en el congreso, con presidente o sin él, estarán preparando canchita para el evento. Si capaz fuera el último de esta temporada, tendríamos novela ampliada hasta fines de 2022. 

Pero, llama la atención escuchar políticos afirmando que hasta hoy no existen los elementos suficientes para vacar al presidente, “pero” que, si en el camino aparecen otros elementos adicionales que demuestren que esa medida es indispensable, la apoyarán. 

Si hoy no fuera el último, regresarán antes de navidad muy organizados y recargados con un capítulo de infarto cual fuegos artificiales. El país seguirá afectado por el show político, tendremos crisis para rato.

No degeneren la política. Si bien sugiero que dejen las pullas y la bulla y que se pongan a trabajar inmediatamente por los temas que aquejan a los peruanos y por el desarrollo del país, en línea de lo que afirma el Cardenal Barreto: es #tiempodesumarnodividir, la realidad es que siguen haciendo todo lo posible por mantener sus propias telenovelas con el rating más alto de sintonía, más teñir el sistema burocrático de más conflictos e intereses familiares y de familiaridad entre amigos.

La unidad ayuda, pero, sola no resolverá los problemas latentes en el país. El gran problema es que el trabajo por la patria requiere que el recurso humano en el poder tenga actitud, experiencia y conocimiento.

Trabajen por el Perú.

*Ciudadano, emprendedor y docente.