La pandemia del coronavirus constituye un gravísimo problema de salud pública que genera enormes daños a la economía. Los sistemas peruanos de salud, ya de por si frágiles, están colapsados, por cual se espera gran cantidad de muertos. Perú es el segundo país con mayor cantidad de infectados en la región según recientes estadísticas, los contagiados han superado las 30 mil personas y los muertos suman más de 1000, Nos preguntamos por qué? El Ministro de Salud manejó adecuadamente esta crisis?
Se contaba con tres elementos fundamentales para disminuir los infectados:
1. Las pruebas de detección del virus (moleculares vs rápidas) estuvieron bajo discusión. Se sabía que en Corea y Alemania pero sobre todo en Islandia, el país que realizó más pruebas en el mundo, la estrategia se basó en tests exhaustivos a la población en general, la mayor tasa de exámenes del mundo por población, según datos de la OMS. Con más pruebas es más fácil tener datos confiables sobre las tasas de letalidad.
Donde hubo grandes testeos con pruebas moleculares sí funciono. Pero ¿qué pasó en nuestro país? Compraron mal, principalmente pruebas rápidas de una empresa china no certificada con gran responsabilidad del Instituto Nacional de Salud (INS) y de la ex ministra de Salud que tuvo que renunciar. En el debate en medios el Ministro buscó justificar esta compra como complementaria. La conclusión es que no se hicieron los testeos en su momento, los que hubieran detectado los infectados sintomáticos y asintomáticos desde el inicio. (Mal ejemplo de Zamora que declaró que estando en contacto con una infectada no tomo las previsiones del caso). Las noticias que desnudaron las falencias de las pruebas rápidas, la muerte del Congresista Ushñahua y su madre al cual les hicieron dos pruebas negativas.
2. Inteligencia Sanitaria, la detección, aislamiento y seguimiento de infectados y contactos es fundamental para controlar la epidemia. ¿Qué pasó acá? Desde el inicio no se controló la llegada de turistas, a pesar de la Declaración Jurada de Salud del Viajero para prevenir el coronavirus (COVID-19), que se entregó pero no se supo usar y luego no se hizo el seguimiento de infectados y no se controlaron los asintomáticos.
Tardíamente se detectaron zonas rojas pero no se trabajó con las autoridades municipales para aislar a estos enfermos. Eran recomendables estrategias «policiacas» como las que implementaron en Singapur. Recomendamos contratar a detectives y a agentes de inteligencia sanitaria para rastrear y localizar potenciales nuevos casos, que tendrán que hacer cuarentena.
3. Finalmente la cuarentena extendida hasta el 10 de mayo y que ha frenado la actividad productiva dejando a millones sin empleo. No funciono. No solo no evito los contactos, sino que permitió que la gente se agolpara. Consideramos que la cuarentena focalizada trabajada junto con las Municipalidades debió gestionarse. Lamentablemente esto se hizo como ensayo-error, la población se siente atrapada en periodos de confinamiento/liberación/confinamiento que destruyen sus economías y podrían generar levantamientos sociales, además de incrementar el número de muertos por Covid-19 y otras patologías…
No funcionó la compra de reactivos, la de ventiladores ni la de mascarillas N95. Vemos al personal de salud sin los insumos respectivos sin camas UCI ni respiradores (cuando alguien reclama se le solicita la renuncia). Después de 46 días del caso cero recién se implementa la atención en el primer y segundo nivel de Salud en condiciones difíciles a estas alturas. Menos aún funciono la entrega de bonos lo que determinó que miles de peruanos caminan en marchas forzadas, pernoctando en los parques de Lima con la esperanza de volver a su lugar de origen. Ni hablar de la población de los penales expuestos a morir por el hacinamiento y dispuestos al levantamiento violento para defender su derecho a la vida y a la salud.
A Martín Vizcarra, le ha tocado asumir la situación más crítica que hayamos vivido desde la Guerra del Pacífico de 1879. Sin embargo está siendo aprovechada políticamente llegando incluso a la mordaza o represión de la información alterando cifras para esconder la incapacidad y la improvisación de su gobierno. Crece la desorganización y la demagogia y el peligro es de muerte.
A todos les preocupa cuándo acabará la pandemia aunque sería mejor preguntar cómo va a continuar? La mayoría de países, incluido el Perú, han permitido que el virus se expanda lentamente sobre sus poblaciones, tratando de aplanar la curva de infectados en lugar de atajar la propagación del virus, eso es jugar con la vida de la gente. Las medidas fueron de mitigación y no de eliminación. Aplanar la curva mas no destruirla. No se ha logrado frenar al virus y las consecuencias serán terribles. Es urgente cambiar la estrategia y los estrategas. Debe renunciar el Ministro de Salud y el presidente debe basarse en la ciencia y en los especialistas y no aprovechar políticamente la tragedia nacional. Sin cambio de estrategia perderemos la guerra.
El principal experto en coronavirus de Alemania, Christian Drosten, en entrevista a The Guardian, sobre el liderazgo de Angela Merkel, durante esta crisis, dijo que ella es científica y bien informada pero sobre todo no utiliza la situación como oportunidad política, lo que sería contraproducente. Nuestro presidente no sigue esta regla.