Opinión
Efecto del silencio
Publicado hace
4 añosel
Por
Jaime Salomón *Nuevas elecciones en camino, 24 grupos ya están inscritos y todos buscarán pasar la valla electoral (para no perder su inscripción), algunos saben que tienen posibilidad de lograr representación congresal y, pocos son conscientes que podrían competir por el sillón de Pizarro. El miércoles pasado venció el plazo para el registro de militantes y por ende a ser candidatos presidenciales y tentar también una curul (al menos el 80% de los que conformarían las listas parlamentarias). Queda libre el 20% de candidatos al congreso, que se dará por designación directa. En resumen, para el 22 de diciembre sabremos claramente quienes estarán en el partidor y a los que serán sus avatares.
Es probable que los 9 grupos que están en el congreso no sean nuevamente elegidos, dada la habilidad demostrada para frenar el avance del país, en solo pocos meses.
¿Serán los de siempre? ¿Seguiremos eligiendo al menos malo?, ¿Será el hígado el que decida o se impondrá esta vez el análisis serio a la trayectoria de cada candidato?
El Perú necesita un giro de verdad; uno que le permita avanzar, uno que lo haga salir de este juego sin sentido al que se ha acostumbrado en los últimos años; un juego que solo ha favorecido el interés de algunos. Las grandes mayorías exigen el relanzamiento del país; para ello no se puede seguir con un país dando vueltas alrededor de la nada. Es momento de avanzar hacia intereses comunes.
El Perú está enfrascado en una guerra política. Y lo que se viene es la historia anticipada de un despelote; y no me refiero al partido que la blanquirroja jugará el próximo jueves rumbo al mundial Catar 2022.
Necesitamos intelectuales sensatos y honestos que puedan enrumbar al Estado y, con gesto social, atender al Perú invisible: pobres, informales e ilegales.
Educación, salud, trabajo y seguridad alimentaria debieran ser los pilares de la nueva dirección y gestión del Estado. Dos temas para simple análisis: las finanzas y la educación.
Las finanzas nacionales no van bien; según reportes publicados solo queda el 0.019 % de los fondos soberanos; lo que significa que para pasarla bien el próximo año el Estado requerirá endeudarse. Y saldrá a buscar (o emitir bonos soberanos) en época de ruido electoral, crisis económica y las grandes tensiones sociales que ya empezaron a salir de cuarentena.
La educación es un instrumento para formar individuos, pero el 70 % de la población se encuentra inmersa en problemas emocionales, incluidos muchos políticos (por “motu proprio”). Un solo ejemplo, el Perú beca a un grupo de peruanos que postulan a ese beneficio para estudiar en el extranjero; pero exigen que al terminarlos regresen al país por un periodo similar al que estuvieron fuera. ¿El caso es el para qué regresan? cuando al llegar no encuentran trabajo acorde con los conocimientos adquiridos y por ende son subvalorados. El Estado no los aprovecha, pero si tiende el camino para que la dignidad de aquellos profesionales sea tirada por los suelos (junto con los millones destinados a ese fin). El Perú debiera aprovecharlos para transformar el conocimiento nacional.
Para el manejo del Estado requerimos elegir a personas que sean competentes, que quieran trabajar colegiadamente con conocimiento y experiencia y, vestidos de peruanidad sirvan por amor al país.
Trabajemos por el Perú.
*Ciudadano, emprendedor y docente.