Miscelánea

Los tesoros recuperados del incendio de 1943 de la Biblioteca Nacional

El aire es seco y frío en los archivos de la Biblioteca Nacional. Manuscritos, primeras ediciones, los libros devueltos por Chile, donaciones de colecciones privadas como la del historiador Raúl Porras Barrenechea o la de José de San Martín, todo se guarda con cuidado en las mejores condiciones posibles.
Al fondo de un pasillo dentro de uno de estos ambientes, una puerta metálica gruesa, un marcador de clave y un lector de huellas digitales nos permiten entrar en una bóveda aún más segura, con algunos estantes, mesas largas y cámaras de seguridad. La sensación es como la de entrar a la bóveda de un banco. Dentro, nos esperan, entre otros, algunos manuscritos de Ricardo Palma que se consideraban perdidos en el incendio que destruyó la Biblioteca Nacional del Perú en 1943.
Perdidos y encontrados
En la noche de 9 al 10 de mayo de 1943, el edificio de la Biblioteca Nacional del Perú se redujo a escombros y se perdió casi todo lo ahí guardado: cerca de 150 mil volúmenes, entre manuscritos, incunables, libros coloniales, colecciones y más. Las causas que provocaron el siniestro son todavía un misterio rodeado de leyendas urbanas, y fue el historiador Jorge Basadre quien emprendió la labor de recuperar lo perdido.

Fragmento del manuscrito de «De buena a bueno de Ricardo Palma». Foto: Harold Moreno.
Los documentos que sobrevivieron se quemaron parcialmente, se dañaron con el agua y el lodo o se pegaron entre sí. Muchos, incluso, fueron secados al sol por personas con buenas intenciones que ignoraban el gran daño que eso le hacía a la tinta y al papel.
El material quedó guardado hasta que el archivo se trasladó de la sede de la avenida Abancay a la sede de San Borja, en 2008, inventariándose entonces 1200 piezas. Luego se desarrolló un proyecto orientado no a la mera conservación, sino a la investigación del valor histórico de las piezas: su origen, importancia, contenido, autores. Lo hallado fue impresionante.

Expediente firmado por Túpac Amaru para que indios de algunas provincias sean eximidos de la mita minera en Potosí. Foto: Harold Moreno.
Joyas de papel
“Es un rompecabezas. Ha sido un trabajo realmente de hormiga tratar de ver qué papel correspondía con otro o, a, veces, dentro de un paquete había partes de otro libro”, explica Gerardo Trillo, director de la Dirección de Protección de las Colecciones de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), un área creada en 2018 para custodiar todo su patrimonio. 
La revisión detallada permitió identificar en lo recuperado del incendio unas 4.000 piezas bibliográficas. Cada una fue estudiada y posee ahora una ficha de investigación que describe al bien, señala si existe o no en otras bibliotecas del Perú o del mundo, detalla su estado y su relevancia histórica. 

Parte del equipo que investigó los documentos recuperados del incendio de 1943. Foto: Harold Moreno.
Como ejemplo, Trillo muestra un libro de 1612 titulado “Vocabulario de la lengua aymara”, el impreso peruano más antiguo. En este caso, BNP tiene otra edición del mismo libro, pero el recuperado del incendio es especial, porque tiene escrita a mano la autorización para su impresión en Chucuito (Puno). 
Y es que en la época estaba prohibida la impresión fuera de Lima. El hallazgo de este permiso zanjó un viejo debate entre historiadores sobre cómo la edición pudo ser posible.

Los únicos manuscritos de las obras de Ricardo Palma que subsisten hasta hoy, entre los vendidos por la familia y los recuperados del incendio de 1943, se guardan en una bóveda especial por ser Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: Harold Moreno.
Hay otros textos invaluables: hojas manchadas de hollín y de bordes quemados del diario de la fragata Amazonas, primer buque de la Marina de Guerra del Perú que dio una vuelta al mundo en 1856; un expediente firmado por Túpac Amaru y nada menos que manuscritos de Ricardo Palma, en los que su letra inclinada se tacha y corrige a sí misma.
De las bóvedas a la web
De Palma sobrevivieron hasta hoy pocos manuscritos luego de que su casa fuera quemara en la guerra con Chile. Solo se sabía de tres, vendidos por su familia a la BNP, a los que se suman ocho recuperados del incendio de 1943. 

Manuscrito de poema de Ricardo Palma Recuperado del incendio de 1943. Foto: Harold Moreno.
Entre los manuscritos recuperados está, por ejemplo, el de las Tradiciones en Salsa Verde, cuya autoría fue antes, incluso, puesta en duda. Todo el conjunto de manuscritos de Ricado Palma fue declarado Patrimonio de la Nación en 2018, y por ello se guarda en la bóveda especial que se describe al comienzo de esta nota.
Los nuevos manuscritos de Ricardo Palma hallados y todos los 4 mil documentos recuperados del incendio de 1943serán de libre acceso pronto, informa Trillo, en una plataforma web de la Biblioteca Nacional.

Fascímiles de dibujos de Santiago de Cárdenas, conocido como Santiago el Volador (1726 – 1766), realizados en 1937 por la Fuerza Aérea del Perú. Foto: Harold Moreno.
No solo se podrá acceder a las imágenes del material bibliográfico, sino que estas estarán acompañadas por sus respectivas fichas de investigación, para ayudar al trabajo de investigadores, estudiosos y cualquiera que quiera concoer más sobre estos increíble tesoros bibliográficos.