El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció algunas reformas sociales en un nuevo esfuerzo por calmar las protestas contra su gobierno, después de que sindicatos y estudiantes anunciaron más movilizaciones por la muerte de un estudiante herido por la policía.
Los líderes de los sindicatos que se reunieron más de dos horas con el presidente, exigieron una negociación exclusiva, rechazaron hacer parte de un gran diálogo nacional con empresarios y jefes de los gremios que permita plantear soluciones a los problemas sociales y económicos del país.
El presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia, Luis Miguel Morantes, sostuvo que la negociación “debe ser entre el Comité de Paro y el Gobierno Nacional”.
El mandatario propuso la devolución del impuesto sobre las ventas o IVA a las familias más pobres, que equivaldría al 20% de la población del país, la reducción gradual del 12% a 4% en el aporte a la salud que hacen los pensionados con un salario mínimo, así como incentivos a empresas que generen empleo para los jóvenes.
Miles de manifestantes han salido a las calles de Bogotá y otras ciudades en los últimos días para protestar contra las políticas económicas y sociales del gobierno, mientras exigen lo que denominan cambios estructurales que beneficien a la mayoría de la población pobre del país de 48 millones de habitantes.
Los manifestantes también rechazan la corrupción, la que consideran falta de acción del gobierno para detener el asesinato de cientos de activistas de derechos humanos y de líderes indígenas, y la implementación por completo de un acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC que Duque intentó modificar sin éxito.
Los organizadores de la protesta también exigen el “hundimiento de la reforma tributaria” que se debate en el Congreso e incluye recortes de impuestos a las empresas.
Las protestas han dejado hasta ahora cuatro muertos, cientos de heridos y millonarias pérdidas materiales por la destrucción de autobuses y estaciones de pasajeros.
(Reuters)