El expresidente boliviano Evo Morales dijo que salió ileso de un presunto intento de asesinato este domingo cuando encapuchados habrían disparado contra su automóvil mientras se dirigía a un programa radial.
Morales acusó al mandatario Luis Arce del supuesto ataque, aunque el Gobierno afirmó que sospecha que se trata de un «autoatentado».
Este incidente se da al cumplirse 13 días de bloqueos de carreteras de partidarios de Evo Morales, quienes rechazan una orden judicial para que el exdignatario responda por acusaciones penales.
Morales relató en su programa habitual de los domingos que los encapuchados buscaron emboscarlo y realizaron al menos 14 disparos sin causarle ninguna herida.
Sus allegados hicieron circular imágenes de los coches con impactos de bala en el parabrisas, la carrocería y a uno de los conductores sangrando por una herida.
«Lucho Arce va a pasar a ser el peor presidente de la historia, meterle bala a un expresidente ya es el colmo», manifestó Evo Morales desde la región del Chapare, en el centro de la nación andina, donde está parapetado desde hace dos semanas cuando se conoció una orden de la Fiscalía para detenerlo tras negarse a declarar por acusaciones de abuso a una menor de edad cuando presidía el país.
En respuesta, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, declaró a la prensa que la «población tiene el criterio de un posible autoatentado que las autoridades van a investigar».
«Morales está buscando la confrontación, la violencia en las carreteras por intereses políticos y por lograr impunidad», señaló.