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Dormir bajo tierra escuchando explosiones: Así es la vida en los refugios ucranianos cuando cae la noche y llega el toque de queda

En la ciudad Járkiv los refugiados duermen en los trenes de la estación subterránea principal

Para los ucranianos, a pesar de estar en guerra desde el pasado 24 de febrero, la peor parte del día es cuando anochece y llega el toque de queda. Las personas buscan refugios durante el conflicto Rusia-Ucrania bajo tierra para poder resguardarse -al menos un poco- de los ataques del ejército ruso.

Medios internacionales en el lugar de los hechos reportan a través de entrevistas a los ucranianos cómo es pasar las noches en un refugio mientras las bombas caen y se oyen las explosiones cada cierto tiempo.

Así es la vida en los refugios ucranianos

Las oscuras noches bajo tierra en Kiev

Cuando ya no hay ni un rayo de luz solar, comienza el toque de queda en la capital ucraniana y las personas ya tienen que estar preparados para las próximas horas en un refugio. La mayoría de ellos, la pasan pegados a la radio y viendo las comparaciones de la invasión con las guerras de otros tiempos que hacen en los medios de comunicación, publicó la BBC.

La guía de la periodista de la BBC, Zoe, quien también es profesora y traductora, cuenta cómo tuvo que huir de su hogar por los ataques rusos.

“Bombardearon la ciudad, cerca de mi apartamento. Eran como las cinco de la mañana y me levanté como loca. No sabía qué hacer porque era aterrador. El edificio entero temblaba (por las bombas). Tras eso decidí venir aquí”, dijo entre lágrimas, revelando que el edificio donde vivía fue destruido.

“Antes solo había visto esto en las películas sobre la Segunda Guerra Mundial. Pero ahora estamos viviendo esta realidad”, siguió.
Para muchos de los que allí se encuentran, Vladimir Putin trata de llevar a Ucrania y a Europa a los días oscuros de la Unión Soviética. Este es el tema de la cena, además de las discusiones sobre las defensas alrededor de la ciudad y otras preocupaciones como qué contarles a los niños.

“Siguen haciendo preguntas, pero les decimos que tienen que aguantar un poco más”, contó una madre, mientras cada quien hacía su respetivo ritual de buenas noches para ir a dormir en un alrededor hostil.

 

Severodonetsk a punto de ser la próxima Mariupol

En la ciudad a orillas del río Donéts el panorama es igual o peor de catastrófico. Casi acabada y tomada por los rusos, todavía resisten las últimas unidades ucranianas y una gran cantidad de civiles.

Por ello, esta urbe en la provincia de Lugansk podría ser la otra Mariupol, que dominó el ejército de Putin, pero durante unos días resistió el batallón de Azov en la planta Azovstal.

Igual que en la ciudad portuaria, en Severodonetsk un escuadrón ucraniano conformado por 2 mil 500 soldados están atrincherados en la planta química Azot junto a 500 civiles, según reveló su alcalde.

Si los refugiados se rinden, Putin se haría con el control de Severodonetsk, una ciudad completamente destruida, incomunicada y con cadáveres por doquier, según escribió El País.

 

Refugiados ucranianos viven en una subestación de trenes en Járkiv

Miles de personas no pudieron salir de Járkiv cuando inició la guerra hace casi cuatro meses y tomaron como refugio los subterráneos de la ciudad. Un corresponsal de CNN contó que los ucranianos de esta ciudad bajaron a la estación del tren a refugiarse por esa noche del 24 de febrero y se vieron obligados a quedarse allí.

La mayoría perdió sus hogares por los bombardeos, sin embargo, las autoridades les piden que abandonen la estación del tren pronto porque necesitan ponerlos en marcha para poder transportar a las personas.

“Estoy sola, pero me gusta. Nos están echando de aquí contra nuestra voluntad. La guerra no ha terminado, pero nos piden que nos vayamos. Tengo un cuarto cerca, ¿se supone que deba estar ahí durante los bombardeos? Nadie nos escucha”, dijo una mujer de la tercera edad que aseguró que el departamento donde vivía recibió dos bombardeos.

Desde que inició el conflicto Rusia-Ucrania por la orden de Vladimir Putin de “desmilitarizar y desnazificar” al país vecino, ya son casi 6,5 millones de ucranianos los que salieron forzosamente de su nación, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.