Locales

San Martín de Porres: Explosivo impacta cúster con pasajeros y deja conductor herido

En la noche del viernes 23 de agosto de 2025, un hecho que recuerda los días más oscuros de la criminalidad limeña volvió a sacudir San Martín de Porres, en el cruce de las avenidas Canta Callao y Carlos Izaguirre. Sujetos desconocidos, que se desplazaban en una moto lineal, arrojaron un artefacto explosivo contra una cúster en movimiento, dejando a su paso vidrios destrozados, un conductor herido y pasajeros en estado de shock. Algunos testigos, con la voz aún temblorosa, afirmaron que se trataba de una granada de guerra, aunque las autoridades precisan que se investiga la naturaleza exacta del explosivo. “Parecía un atentado como de los 90. Esto ya no es criminalidad, es un acto terrorista”, comentaban, evocando épocas que muchos esperaban olvidadas.

El conductor, identificado como Alexander Navarro Medina, de 20 años y nacionalidad venezolana, recibió el impacto directo. Fue trasladado de emergencia al Hospital Luis Negreiros del Callao, donde permanece con pronóstico reservado, mientras los pasajeros, aferrándose a la suerte, pudieron descender ilesos, aunque cargados de miedo y desconcierto. ¿Cuánto más deberá soportar la población la sensación de inseguridad que se pasea por nuestras calles como si fuera un invitado indeseado?

Las primeras pesquisas policiales apuntan a un ataque vinculado a la extorsión. Se supo que Navarro Medina venía pagando cupos a un grupo delictivo, pero que otra banda, quizás menos tolerante, habría exigido contribuciones adicionales, bajo amenaza de atentar contra su vida y la de los pasajeros. La cúster, de placa T1D-779, circulaba informalmente, aunque con los colores blanco y celeste que evocan a una conocida empresa de transporte; curiosamente, la apariencia de legalidad no protege del caos, tal vez él no lo sepa…

Agentes de la Policía y personal de la UDEX llegaron rápidamente al lugar para iniciar las investigaciones y determinar el tipo de artefacto, mientras los vecinos y usuarios exigen mayor seguridad y garantías mínimas para circular. Este episodio, más que un hecho aislado, refleja una problemática que persiste en Lima Norte: la vulnerabilidad de quienes dependen del transporte público, y la audacia de quienes creen que la violencia puede ser moneda de cambio.

Quizás lo más inquietante es la naturalización del miedo: ¿cómo se construye la convivencia cuando el riesgo es constante, y la justicia parece siempre un paso detrás del crimen? En medio del humo y los vidrios rotos, surge una pregunta inevitable: ¿qué valor tiene la libertad si vivirla significa temer por la propia existencia? San Martín de Porres, con sus calles que alguna vez fueron solo tránsito y vida cotidiana, recuerda que la memoria histórica no solo guarda recuerdos de guerra y terror, sino también lecciones sobre justicia, resiliencia y la fragilidad de la seguridad que damos por sentada.


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