Rómulo Mucho, exministro de Energía y Minas censurado por el Congreso de la República, refirió que aunque el actual gobierno es débil, es importarte que la presidenta Dina Boluarte culmine su mandato.
«Ella ha salvado la democracia. En el día a día, como dijo un experto, la justicia se encargará. No me corresponde a mí bloquear su trabajo. Tiene que llegar al 2026. Congreso y Ejecutivo se necesitan. Además, sería un quiebre constitucional y eso haría un daño enorme. Estamos cansados», sostuvo en entrevista con El Comercio.
Sobre su salida, insistió que el retraso en la publicación de la Ley de la Pequeña Minería y de la Minería Artesanal, conocida como Ley MAPE, se produjo en el Consejo de Ministros, ante los reparos de los titulares del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Ambiente (Minam) y Transportes y Comunicaciones (MTC).
«El 17 de julio ya estaba el borrador de la ley MAPE. Publicamos para que pueda ser observada, aportada, cambiada, etc. Estamos hablando de casi fines, de julio, agosto, setiembre. Este proyecto fue al Consejo de Ministros en tres oportunidades. Los mismos ministros también observaron bastante. Postergamos dos veces hasta que en el último debate dije a los ministros: ‘dedíquense'», expuso.
En relación a la minería, destacó que es la actividad más trascendente en el país. Mencionó que, si bien la agroexportación ha venido como un milagro, la minería sigue siendo el bastión y que, de no ser por Ollanta Humala, el Perú hubiese estado en el umbral del primer mundo.
«Creó el Ministerio del Ambiente, que no está mal, pero se crearon instituciones como Senace que hicieron mucho por hacer ‘permisología’. Desde entonces no hay grandes proyectos. Humala mató la minería grande con ‘Conga no va, oro no va, Tía María no va’. Humala fue la perdición del país. Después del segundo gobierno de Alan García, el Perú era un milagro. Al 2011 ya teníamos casi 20% de pobreza y 4% de pobreza extrema. Las reservas internacionales crecieron y éramos admirados porque crecíamos 4%, 5% al año. Si seguíamos así, en 10 años, en el 2021, estábamos en el umbral del primer mundo. Pero llegó Humala y destruyó el país con toda esa confrontación y división que trajo. Desde Humala todo vino cuesta abajo», expresó.
En ese sentido, ratificó que proyectos como Tía María deben llevarse a cabo. «Tiene aún un foco de población que rechaza, pero estamos hablando de una cantidad mucho más pequeña de lo que fue antes. En el tiempo, los agricultores entendieron que el proyecto sí era importante porque es inyección de capital«, concluyó.