Política

Keiko perdería otra vez en segunda vuelta, pero una ley del congreso la llevaría al Senado

Aunque aún no ha confirmado su candidatura, todo indica que Keiko Fujimori volvería a quedar en segundo lugar si llegara a disputar una segunda vuelta presidencial en 2026. Así lo señala la última encuesta de Ipsos, publicada por Perú21, que coloca a la lideresa de Fuerza Popular detrás de Rafael López Aliaga o del comediante Carlos Álvarez, dependiendo del escenario.

En un eventual enfrentamiento contra el alcalde de Lima, López Aliaga obtendría el 33% de los votos, mientras que Fujimori alcanzaría un 27%. Si el rival fuera Carlos Álvarez, el margen se ampliaría: 37% para el popular cómico y 27% para la tres veces candidata presidencial.

A pesar de este posible nuevo revés en las urnas, Keiko Fujimori no se quedaría fuera del Congreso. Una reciente reforma aprobada por el Parlamento y promulgada por la presidenta Dina Boluarte —ambos con niveles de aprobación mínimos— le permitiría obtener un escaño en el futuro Senado.

Una reforma con nombre propio

La clave está en la Ley 32245, promulgada en febrero de 2025. Esta norma modifica el artículo 108 de la Ley Orgánica de Elecciones, que anteriormente impedía que un candidato presidencial también postulara al Congreso. Con el cambio, ahora los aspirantes a la presidencia y vicepresidencias podrán formar parte de las listas al Parlamento, específicamente al Senado o la Cámara de Diputados, reinstauradas por la Ley 31988 que trajo de vuelta el sistema bicameral.

Esto significa que, incluso si Keiko pierde en la segunda vuelta por cuarta vez consecutiva, aún podría ocupar un escaño en la nueva Cámara Alta, desde donde tendría influencia política y visibilidad pública.

La norma establece que si un candidato gana la presidencia, no podrá asumir su puesto en el Congreso, siendo reemplazado por quien le siga en la lista. Pero si pierde, como indican las encuestas en el caso de Keiko, ingresaría sin problemas.

El nuevo Senado: más poder, más visibilidad

Con el regreso del sistema bicameral, el Senado se convierte en una instancia clave dentro del Congreso. Entre sus funciones destacan:

  • Aprobar o modificar leyes provenientes de la Cámara de Diputados.
  • Elegir a autoridades como el defensor del pueblo, el contralor general y magistrados del Tribunal Constitucional.
  • Autorizar viajes del presidente y el ingreso de tropas extranjeras.
  • Supervisar los decretos legislativos y de urgencia del Ejecutivo.

En otras palabras, el Senado no será una vitrina simbólica, sino una plataforma real de poder. Para alguien como Keiko Fujimori, que ha sido figura constante en el tablero político, representa una vía de supervivencia política tras varias derrotas electorales.