ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO EXPRESO.
- ¿Por qué alguien se reuniría con Harvey Colchado con miras a las elecciones del 2026?
Solo puede ser alguien desesperado o socialconfuso, que cree que le va a dar votos, pero que no conoce la realidad nacional. Si se hubieran dado el trabajo de leer la tesis de maestría del señor Harvey Colchado, como yo lo he hecho, se darían cuenta de que es un falso valor, porque él propone que el éxito de una investigación policial es el número de detenciones preliminares; es decir, hablamos de un canero de primera, quien busca las cámaras de televisión para una carrera política que tenía pensada con premeditación, alevosía y ventaja.
- Durante su paso por la Policía, siempre hizo política con total desparpajo e impunidad.
Eso es cierto. Recordemos, además, que es el único policía que tiene dos ascensos por acción distinguida, lo cual es extraño.
- También chuponeó a Alan García.
Eso hizo y sabemos cómo participó activamente en el complot para acorralarlo. De eso, los apristas jamás nos vamos a olvidar.
- Colchado lideró durante varios años la Diviac, pero, al mando de esta división, jamás desarticuló ninguna verdadera banda criminal, como los apéndices del Tren de Aragua, que padecemos a diario.
En su tesis de maestría, él hace una estadística y señala que el 80 % de las investigaciones que hizo en la Diviac estaban destinadas a objetivos políticos; es decir, en vez de perseguir los crímenes de alta complejidad, se dedicó a liderar una especie de Gestapo política.
- Y sería lamentable que llegue al Congreso.
Espero que no sea así y que el pueblo peruano sepa cómo votar, pero, si lo eligen, lo respetaremos, porque nosotros somos demócratas.
- El ministro de Economía, José Salardi, dijo que creceríamos este año un 4 % y ya no un 3.1 %, debido al auge del precio de los minerales.
Ojalá que sea así. Cuando entró Salardi a Proinversión, debo reconocer que hizo un esfuerzo muy grande para destrabar una serie de proyectos de inversión que estaban retenidos durante meses y años. Entonces, si él sigue con esa actitud, se podrá alcanzar el objetivo de crecer un 4 %, lo cual sería espectacular para la situación en la que estamos.
- ¿Este 4 % sería a pesar del Gobierno?
Sería injusto decir “a pesar del Gobierno” porque están tomando las decisiones correctas, pero también podemos decir que podríamos crecer más, pues la inseguridad ciudadana es una limitante para el crecimiento del país. De hecho, buena parte de la inversión de la micro y pequeña empresa está absolutamente contenida por todas estas amenazas de sicariato y extorsión.
- Tú has señalado que de la pobreza se encarga el mercado y de la pobreza extrema debe encargarse el Estado. ¿Cómo así?
El segundo gobierno del presidente Alan García demostró que, cuando hay crecimiento, disminuye la pobreza, simple y llanamente porque hay mayor inversión y empleo, y ese crecimiento beneficia a todos los que están vinculados al mercado. Lo que no se entiende normalmente es que hay un fenómeno distinto, que es la pobreza extrema, la cual es un fenómeno metamercado y está conformada por los peruanos que no están conectados con el mercado, a quienes de nada les sirve que la economía crezca incluso al 10 %.
- Son los que siempre mueren en Puno por el friaje, por ejemplo.
Claro, o los 675,000 peruanos que viven por encima de los 3,600 metros de altura y solo tienen dos opciones: trabajar en alguna empresa cercana o dedicarse a la crianza de camélidos. Ellos son los más pobres y seguirán siéndolo porque el Estado no tiene cómo servirlos. Por lo tanto, hay que buscar soluciones alternativas con el Ejército del Perú, que viene desarrollando un plan con estas poblaciones, colocando paneles de energía solar que les permiten no solo tener energía, sino también mantenerse comunicados. La labor del Estado tiene que ser llegar ahí para combatir la anemia y asegurar los servicios mínimos de salud, para que nuestros compatriotas puedan compartir en algo lo que se está generando de riqueza en el resto de la economía.
- Pero el Estado, en vez de realizar estas acciones, gasta el dinero de todos los contribuyentes en mantener a una empresa estatal quebrada como Petroperú. Ni siquiera se quiere vender el edificio de San Isidro.
Es que hay una decidofobia; es decir, miedo a decidir, porque el edificio de Petroperú es el espacio peor utilizado de toda la república. Yo vengo sosteniendo que no solamente hay que vender ese edificio, sino también entregarlo en concesión y hacer una torre de 50 pisos, donde podrían instalarse buena parte de las instituciones y ministerios que en este momento tienen oficinas alquiladas. Hay mucha grasa en el Estado y todos esos ahorros tienen que ser canalizados hacia lo que más le importa a la gente: seguridad ciudadana y salud.
- De llegar a ser presidente, ¿aplicarías un plan motosierra como el de Milei? ¿Qué ministerios eliminarías?
Más que eliminar, hay que fusionar ministerios. Hay empresas del Estado que hay que recortar, empezando por Petroperú. La Refinería de Talara tiene que ser entregada al sector privado, si es que alguien la quiere. Yo le pediría a alguna empresa asiática que quiera tener presencia en esta parte del Pacífico que se lleve la deuda y el 70 % del accionariado de la refinería.
- También hay que eliminar regulaciones para hacer empresa en el país. Hoy en día, para sacar una mina adelante, se puede demorar entre 10 y 12 años.
La motosierra debe ir dirigida al número de normas que hay para tomar decisiones y para que la inversión privada pueda salir adelante.