El despliegue sostenido del Comando Unificado, conformado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, ha transformado el panorama de seguridad en la provincia de Pataz, región La Libertad.
Según el Gobierno en tan solo tres meses, las acciones articuladas han causado más de S/190 millones en pérdidas económicas a las organizaciones criminales dedicadas a la minería ilegal.
En su mensaje al Congreso, la presidenta Dina Boluarte, informó que en Pataz se han desarrollado más de 1.140 patrullajes en acciones de control territorial, intervención e interdicción contra la minería ilegal.
Desde el 8 de mayo se han ejecutado 23 operativos integrados en esta jurisdicción, con el respaldo de diversas entidades del Estado. Asimismo, instalaron tres puestos de control estratégicos en Calquiche, Shicun y Pamparacra, con el fin de reforzar el control del tránsito vehicular y cortar las rutas logísticas de las redes ilícitas.
Durante los operativos los efectivos militares ingresaron a socavones, destruyeron bocaminas, se incautaron y destruyeron maquinaria pesada, insumos químicos, armas de fuego, municiones, explosivos, combustible y otros bienes empleados por las mafias que operan en zonas de minería ilegal, debilitando significativamente su capacidad operativa.
En las acciones más recientes, llamadas “Relámpago I” y “Relámpago II”, las fuerzas del orden destruyeron equipos y materiales utilizados por la minería ilegal, generando pérdidas de S/ 803.560 y S/ 527.450, respectivamente.
En estos operativos participaron fuerzas de élite de la Fuerza Especial Conjunta (Ejército, Marina de Guerra y Fuerza Aérea), unidades especializadas de la Policía Nacional, como la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes), y rondas campesinas locales. Además, se contó con el apoyo clave de instituciones como el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio Público, SUNAT, SUTRAN, Migraciones y SUCAMEC.
Con esta ofensiva multisectorial, el Estado reafirma su presencia y autoridad en zonas históricamente tomadas por economías ilegales, devolviendo progresivamente la seguridad y el orden a la población de Pataz.