Las recientes declaraciones de Martha Chávez han vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre el futuro de Fuerza Popular y su liderazgo de cara a las elecciones presidenciales de 2026, en una entrevista con RPP la excongresista descartó de plano a Kenji Fujimori como posible candidato y reafirmó su respaldo a Keiko Fujimori, señalándola como la persona con mayor conocimiento del país y la mejor opción para liderar el partido.
¿Keiko nuevamente? La falta de renovación en Fuerza Popular
A pesar de haber sido derrotada en tres elecciones presidenciales consecutivas (2011, 2016 y 2021), Keiko Fujimori sigue siendo la principal carta de Fuerza Popular.
Para Chávez, la lideresa del partido es la figura más capacitada, dado su conocimiento del país y su experiencia política pero la falta de nuevos liderazgos dentro del partido genera dudas sobre su capacidad de renovación y adaptación a un electorado cada vez más volátil.
La insistencia en la candidatura de Keiko también deja abierta una interrogante: ¿es Fuerza Popular un partido caudillista que gira exclusivamente en torno a su figura? O, en ausencia de alternativas viables, ¿su liderazgo sigue siendo la única opción para mantener unida a la organización?
Kenji Fujimori fuera de la ecuación: ¿estrategia o fractura interna?
El descarte de Kenji Fujimori como posible candidato presidencial no es una sorpresa, pero sí confirma la distancia entre los dos hermanos.
Kenji, quien en el pasado tuvo un conflicto abierto con Keiko y fue expulsado de Fuerza Popular, ha mantenido un perfil más discreto en los últimos años, centrándose en proyectos personales como su pódcast en redes sociales.
Martha Chávez enfatizó que Kenji no ha mostrado interés en la política y que su perfil no se ajusta a lo que el partido necesita aunque su exclusión a priori de la contienda también evidencia la falta de reconciliación dentro del fujimorismo.
La posibilidad de un liderazgo alternativo dentro del partido parece cada vez más lejana, consolidando aún más la figura de Keiko como la única opción.
Martha Chávez y el fujimorismo «duro»
La postura de Martha Chávez refuerza la línea dura del fujimorismo, aquella que se mantiene fiel a la figura de Alberto Fujimori y a su legado político.
Su insistencia en que un candidato presidencial debe tener al menos una década de militancia en el partido sugiere un rechazo a figuras externas o a intentos de modernización dentro de Fuerza Popular.
El respaldo de Chávez a Keiko no solo responde a una cuestión de liderazgo, sino también a una visión de partido en la que la disciplina y la lealtad juegan un papel clave. Siguiendo esa lógica Kenji con su estilo más espontáneo y su pasado enfrentamiento con Keiko no encajaría en la estructura rígida del fujimorismo tradicional.
El fraude electoral de 2021: una narrativa persistente
Uno de los aspectos más llamativos de las declaraciones de Chávez es su insistencia en la narrativa del fraude electoral de 2021.
A pesar de que las autoridades electorales descartaron cualquier irregularidad significativa y no se presentaron pruebas cotundentes, Fuerza Popular sigue utilizando este argumento como una bandera política.
Keiko en el reciente aniversario del partido reiteró que «nos robaron los votos», una frase que resuena entre su base de seguidores, pero que también podría limitar su alcance a nuevos electores; la pregunta clave es si insistir en este discurso beneficia o perjudica sus posibilidades en 2026.
¿Podrá Fuerza Popular superar este episodio y enfocarse en una estrategia renovada o seguirá atrapado en una narrativa del pasado?
Un partido sin alternativas claras
Fuerza Popular se encuentra en una encrucijada. Por un lado, mantiene a Keiko Fujimori como su única figura viable, pero su historial de derrotas genera incertidumbre.
Por otro, el descarte de Kenji Fujimori y la falta de nuevos liderazgos limitan las opciones de renovación interna; mientras tanto el partido sigue atado a un discurso que, aunque moviliza a su base, podría alienar a otros sectores del electorado.
Las elecciones de 2026 serán una prueba definitiva para Fuerza Popular. ¿Podrá reinventarse y ampliar su espectro político, o seguirá atrapado en sus viejas estructuras y narrativas? El tiempo lo dirá.