El exmilitar y líder etnocacerista Antauro Humala ha vuelto a generar controversia tras pronunciarse a favor del uso de teléfonos móviles por parte de internos en centros penitenciarios, señalando que este acceso facilitaría la comunicación familiar y contribuiría a mantener el orden dentro de las cárceles.
Durante una entrevista en el programa Conversa Podcast, conducido por el periodista Paulo Jiménez, Humala expuso su punto de vista sin rodeos: “Los internos deberían tener celular. ¿Por qué? Porque eso reduce la tensión. El preso está más tranquilo”. Según explicó, la prohibición de teléfonos en penales como Piedras Gordas resulta ineficaz, ya que —pese a los bloqueadores instalados— las llamadas continúan realizándose a diario.
“Cada año colocan bloqueadores y aun así se hacen llamadas. Yo felicito a los internos que logran tener su celular”, expresó el también excandidato presidencial, quien cumplió 18 años de prisión por el levantamiento armado conocido como el Andahuaylazo.
Humala también cuestionó duramente las condiciones del sistema carcelario en el Perú, al que calificó de “torturante”. Recordó que durante su tiempo en prisión durmió sobre una banca de cemento y describió la alimentación que se brinda a los internos como deficiente, al punto de generar enfermedades. “Según los estándares internacionales, es el Estado quien debe garantizar condiciones mínimas, y eso no se cumple”, denunció.
En lugar de enfocarse en la prohibición de los celulares, Humala consideró que el verdadero problema radica en la corrupción institucional que impide aplicar las normas de forma efectiva. “Los bloqueadores no funcionan porque hay corrupción arriba. Siempre están inoperativos”, afirmó.
Como propuesta alternativa, sugirió implementar teléfonos públicos al interior de los penales. “Eso reduce la ansiedad, facilita el trabajo del personal y permite al interno comunicarse con su familia. Es una forma de aliviar el hacinamiento: si ya lo vas a castigar con una pena, al menos dale acceso al contacto humano”, planteó.
Sus declaraciones reabren el debate sobre las políticas penitenciarias en el país, en medio de crecientes cuestionamientos sobre la situación de los derechos humanos dentro de las cárceles peruanas.