Estoy seguro de que todos hemos visto, alguna vez, un partido de fútbol entre niños de 4-5 años: todos corren detrás de la pelota. Es el entusiasmo por jugar sin entender, aún, el juego. Los gobiernos de los ciudadanos Vizcarra y Sagasti son una expresión de lo mismo: mucho voluntarismo, pero nunca entendieron en qué consiste el oficio de gobernar. Pareciera ser que tienen una inexplicable fe en el poder del conjuro: creen que diciendo que las cosas se están haciendo, se harán. “Abracadabra, pata de cabra” y ¡listo! No señor@s: la vaca no da leche, hay que ordeñarla.
El MINSA tiene los recursos humanos para enfrentar la crisis sanitaria. El problema es que no ha habido liderazgo y, por lo tanto, hemos adolecido de una estrategia. No es posible enfrentar una pandemia entregándose al devenir de un aparato burocrático que no está en “modo guerra”. No me imagino al Jefe del Comando Conjunto de las FFAA preocupado por el Manual de Organización y Funciones en medio de un conflicto armado.
Creo que el Ministro de Salud debe crear 5 Fuerzas de Tarea (léase, “Comandos de Acción”) para enfrentar la pandemia: (i) Contención; (ii) Respuesta del sistema sanitario; (iii) Vacunación; (iv) Atención a problemática no-COVID; y (v) Inteligencia y atención de las secuelas del COVID-19. Elaboraré a renglón seguido sobre las funciones de los 5 Comandos propuestos.
1. Contención. La idea es cercar el virus y no dejar que el virus nos cerque. La situación actual es terrible. Estamos absolutamente cercados, a la defensiva; no actuamos, solo reaccionamos. Para cercar al virus se necesitan dos cosas: pruebas moleculares y rastreo (tracing). Vizcarra insistió caprichosamente en las “pruebas rápidas” y aún hoy no estamos haciendo suficientes pruebas moleculares. Las pruebas no son solo para los que presentan síntomas; éstas deben, además, ser aplicadas aleatoriamente en distintos distritos y aún en barrios, para -así- poder detectar tempranamente a los infectados asintomáticos (que también contagian). Una vez detectado un caso de infección se debe hacer el rastreo de todos los contactos del individuo durante los 15 días anteriores. En este aspecto, en el Perú, no hemos hecho prácticamente nada. Sierra Leona, un país africano de 7.2 millones de habitantes, desarrolló un APP que informa automáticamente a sus ciudadanos si han estado en contacto con un infectado en los últimos 15 días y lo invita a llamar a un call-center para recibir indicaciones y monitoreo permanente (aislado o, eventualmente, hospitalizado). El Perú tiene 25 veces el PBI de Sierra Leona y todos conocemos la situación de nuestro país mientras que, a la fecha, ese país ha tenido solo 3.989 casos y 79 fallecidos. Un grupo de profesionales peruanos liderado por el Ing. César Pongo de la UNI y voluntarios del MIT Club del Perú (peruanos graduados en el MIT) ha ofrecido un APP para hacer rastreo en el Perú por USD 75.000. No entiendo por qué no se desarrolla esa propuesta. Finalmente, para una contención efectiva también es necesario asignar recursos para estudios genómicos y poder determinar las cepas presentes en el Perú y estudiar su distribución geográfica: la llegada de la cepa brasileña a Lima pudo controlarse si se hubiese creado una “aduana sanitaria” en las vías de acceso de la selva a Lima. La idea es crear estos puntos de control bajo órdenes del Comando Conjunto de las FFAA y con apoyo del MINSA para, así como se hace con quienes vienen del exterior, exigir prueba molecular de no más de 72 horas de antigüedad para el ingreso a Lima Metropolitana (o las ciudades que fuesen según el caso) y, de no contar con la prueba, tomarla in situ y solo permitir el pase a los ciudadanos que arrojen un resultado negativo.
2. Respuesta del sistema sanitario. Es absolutamente inaceptable que no haya oxigeno, ventiladores mecánicos o falte personal en nuestros hospitales. Lo que hemos observado desde el inicio de la pandemia es decidofobia (miedo a decidir), algo explicable solo por cobardía, incapacidad o ambas cosas. Para esta negligencia no puede haber ni perdón ni olvido (nótese cómo quienes nos gobiernan ya olvidaron a Inti y a Bryan). El tema de la logística de guerra se resuelve o con Decretos de Urgencia o con Decretos Legislativos al amparo de facultades delegadas por el Congreso (que estoy absolutamente seguro jamás se las hubiesen negado al Ejecutivo para esto). Todos hemos perdido a un familiar o a algún amigo por falta de oxigeno. Durante meses, particularmente al asumir el ciudadano Sagasti la Presidencia, muchos insistimos en usar el DU como instrumento de decisión (ver, por ejemplo, entrevista adjunta).
Finalmente, el pasado Viernes Santo el gobierno dictó el DU No. 036-2021 (ver https://www.altavoz.pe/politica/cinco-meses-despues-sagasti-aprobo-compra-de-planta-de-oxigeno/) para hacer las compras que debieron hacerse hace meses. Este es el único camino. Conlleva riesgos para los firmantes. Seguro vendrán fiscalizaciones y hasta Comisiones Investigadoras, pero eso es lo que conlleva asumir un cargo público. Que un ministro de estado tenga miedo al escrutinio de las decisiones tomadas es como que un bombero tenga miedo al fuego: es inmoral que alguien con esos miedos, sea el uno o el otro, acepte un puesto en el Estado o pretenda ser bombero. Si tienes miedo, no te metas.
3. Vacunación. El gobierno debe enfrentar la verdad: todo lo relacionado con la compra de las vacunas de Sinopharm ha sido un rosario de errores, negligencias y, quizás, delitos. Aun hay mucho por aclarar: nadie ha visto el contrato, nadie sabe por qué nunca llegaron las vacunas que llegaban en marzo, nadie sabe si hacen falta dos o tres dosis ni tampoco nadie sabe quiénes fueron vacunados dolosamente (la “segunda lista”). Sin embargo, es necesario concentrarnos en vacunar a todos los peruanos lo antes posible. Hace más de un año, sugerí al gobierno, cuando aún no existía ninguna vacuna disponible, la pre-compra de vacunas a los dos o tres laboratorios que se proyectaban como los primeros en tener éxito. La idea era adelantar fondos para que cuando la vacuna estuviese disponible, ser nosotros los primeros de la cola (ver https://www.linkedin.com/posts/hern%C3%A1n-garrido-lecca-5b584047_idea-10-identificar-proveedores-de-vacunas-activity-6654770817576026112-dfOj). Un periodista que radica en España, insinuó que había algún interés económico en ello y el gobierno, muerto de miedo, no recogió la sugerencia (meses después, ese mismo gobierno se pondría exclusivamente en manos de Sinopharm). En estos días, el gobierno del ciudadano Sagasti se esfuerza por obtener cupos de las vacunas Pfizer, Moderna y J&J; y eso está muy bien pero no es suficiente. Al 05.04.21, el mundo tiene 86 candidatas a vacuna en pruebas clínicas y 77 en fase pre-clínica (vienen siendo probadas con animales). Es decir, hay 163 equipos de científicos trabajando en desarrollar una vacuna, tal como se puede comprobar en el URL del NYT: https://www.nytimes.com/interactive/2020/science/coronavirus-vaccine-tracker.html.

Así, existen hoy 23 vacunas en Fase 3, 5 vacunas autorizadas, 8 aprobadas y 4 abandonadas. Lo que se debe hacer es contactar a algunos de los 23 laboratorios que ya están en Fase 3 y poner órdenes de compra para alguna de esas 23 candidatas completen el proceso estar primeros en la cola (recuérdese que a Sinopharm se le compraron las vacunas aún sin haber completado la Fase 3 en un número relevante de poblaciones). Entre esas 23 vacunas está, por ejemplo, la Curevac (Alemania) que tiene el respaldo de Bayer, GSK, Novartis y, además, el de Elon Musk que ha propuesto llevar adelante su producción de manera descentralizada en “microfábricas (está vacuna debe estar disponible el mes que viene). También está la de Novavax (EEUU), Maryland para ser precisos, que espera resultados de la Fase 3 este mes (el laboratorio ya tiene un acuerdo con el Reino Unido, Canada, Australia y Corea del Sur). La lista de otras vacunas en esta fase incluye: Soberana 2 de Finlay (Cuba), en Fase 3 en Irán y Cuba; Medicago-GSK (Canadá) en Fase 3 desde marzo 16; Bharat (India), en uso por emergencia en 4 países además de India; Brace (Australia) del Instituto Murdoch; Anges (Japón) en Fase 3 desde diciembre pasado; Reithera (Italia), en Fase 3 desde marzo 10; Zydus (India) que se espera esté disponible en Junio; Cansino, aprobada en China y en uso en México, Pakistán y Hungría, entre otras. Este repaso solo tiene por objeto demostrar que existen múltiples opciones y que es cuestión de moverse y negociar pre-compras. Al final, entre estas, quizás la mejor vacuna es la que llegue primero, pero que quede claro que hay para escoger.
4. Atención a problemática no-COVID. Tenemos más de un año corriendo detrás de la pelota del COVID y, mientras tanto, se ha embalsado la atención a decenas de miles de peruanos para servicios que van desde controles pre-natales, vacunas y diálisis hasta cirugías y enfermedades neoplásicas, entre otros. Si no damos atención a toda esta demanda, cuando pase la pandemia tendremos más casos de TBC o más fallecidos por enfermedades que no debieran ser letales. Habilitar estadios como hospitales de campaña puede contribuir a aliviar este creciente problema.
5. Inteligencia y atención a las secuelas del COVID 19. En este último año hemos aprendido mucho del contagio y tratamiento del virus y sus mutaciones. Sin embargo, aun sabemos poco de las secuelas. Para comenzar, hoy sabemos que las personas se pueden re-infectar. Se han observado casos de afecciones al sistema nervioso posteriores al alta del COVID. Queda claro, por otro lado, que no es lo mismo una secuela que afecte al 20 por ciento de un pulmón en Emiratos Árabes que esa misma secuela en Cerro de Pasco. Para muchos de los que sobrevivieron al COVID, aún sin hospitalización, es aún incierto el efecto de la enfermedad en el mediano-largo plazo. Considero que el quinto comando de acción de abocarse a la labor de inteligencia sobre las secuelas y a identificar las mejores prácticas para la atención futura de los peruanos. Este mismo grupo podría encargarse de sistematizar las lecciones aprendidas para estar mejor preparados para la próxima pandemia que, inexorablemente, vendrá tarde o temprano.
Estos son los cinco frentes que creo debemos de cubrir para atacar y vencer al COVID. Cada frente debe estar a cargo de un Comando de Acción y cada comando a cargo de un líder con poder de decisión y sin temores que mediaticen su accionar. Esta es tan solo una propuesta. Lo importante es atacar y no esperar sentados creyendo que el poder del conjuro resolverá el problema.