Durante miles de años los navegantes han utilizado la estrella polar para verificar su rumbo y determinar su ubicación geográfica, ya sea en tierra o en los mares, gracias a su posición privilegiada en la bóveda celeste. A pesar de lo que podemos pensar, la “estrella polar” no es una estrella específica, sino que se la denomina así a la estrella visible a simple vista, que se ubica en la bóveda celeste de manera más próxima al eje de rotación de la tierra o polo celeste. Hace unos 4800 años, la estrella que llevaba esta denominación era Thuban. Actualmente este nombre recae en la estrella Ursae Minoris ubicada en la cola de constelación de la Osa Menor.
Así como los viajeros de la antigüedad sabían cuál era su norte y cómo llegar a él usando la estrella polar, es mi opinión que los peruanos tenemos que ver al norte como una fuente de desarrollo. Me estoy refiriendo de manera particular a nuestra relación comercial y diplomática con los Estados Unidos de Norteamérica.
Nuestro país tiene el privilegio de estar ubicado en una zona estratégica en América del Sur. Desde nuestras costas se puede llegar a China en menos de 20 días y a los puertos de California en menos de 14 días. Llegar a los puertos de la costa este de los Estados Unidos pasando por el Canal de Panamá, toma un promedio de 12 días.
Desde el recientemente inaugurado aeropuerto Jorge Chávez, llegamos en un promedio de 6 a 9 horas a la mayoría de los grandes aeropuertos de ese país, lo que nos da una ventaja competitiva al exportar productos perecibles como uvas, arándanos y espárragos.
En los últimos meses hemos sido testigos de la guerra comercial que se viene dando entre los Estados Unidos y China, a raíz de la implementación de nuevas políticas comerciales por parte del presidente de los EE.UU. Donald Trump. En nuestro caso, esta nueva política comercial ha traído consigo que EE.UU. nos imponga un arancel a la importación de productos peruanos a ese país del 10%, ello a pesar de contar con un tratado de libre comercio entre ambas naciones.
A pesar de la retórica nacionalista y proteccionista del presidente Trump, lo cierto es que EE.UU no puede vivir sin el resto del mundo. La economía más grande del planeta depende de los miles de millones de dólares que importa y exporta a los demás países del globo. Es precisamente aquí donde debemos buscar oportunidades de acercamiento con el país del norte.
Aunque suene paradójico, la política de Trump de “MAGA” o “Hacer América Grande Nuevamente”, lo llevará a buscar aliados en nuestra región para contrarrestar la creciente influencia china. Según la mentalidad del presidente, mientras más países estén alineados a los intereses políticos y económicos norteamericanos, menos influencia tendrá China en la región.
En este sentido, la construcción del mega puerto de Chancay en el Perú por parte de una empresa Cina, ha encendido las alarmas en la administración Trump. Esto no significa que nos tenemos que pelear con China, el principal destino de nuestras exportaciones y nuestro primer socio comercial. Lo que tiene que hacer el gobierno peruano, es buscar un acercamiento con el país del norte para atraer más inversiones y por ende generar más riqueza para el país buscando un balance estratégico.
Lamentablemente el gobierno de Boluarte ha demostrado que no tiene la capacidad ni el interés de un acercamiento estratégico con los EE.UU, por lo que será una de las más importantes tareas del próximo gobierno. Lo anterior, nos recuerda la necesidad de elegir a una persona capacitada para realizar el trabajo en las próximas elecciones. No podemos permitir que retóricas “anti-imperialistas” o “anti-yanquis” del siglo pasado, tengan eco en la campaña electoral. Podemos buscar un candidato que vaya en la línea de Bukele, Milei o Noboa o uno que sea del equipo perdedor como Boric, Lula o Chávez.
Yo me quedo con los primeros.
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