A estas alturas, Nadine Heredia debe estar tomando una caipiriña en Leblón o Barra da Tijuca, una de las playas más exclusivas de Rio de Janeiro, riéndose de todos los peruanos y pensando en cómo disfrutar de los millones que robaron al pueblo peruano, mientras su esposo, el ex presidente Ollanta Humala pasa sus primeros días en el penal de Barbadillo, después de haber sido condenados ambos a 15 años de prisión por el delito de lavado de activos.
El Tercer Juzgado Colegiado Nacional determinó la semana pasada, después de un juicio de tres años, que Nadine y Ollanta Humala cometieron el delito de lavado de activos al recibir más de tres millones y medio de dólares provenientes de fuentes ilícitas, parte de los cuales fueron utilizados para las campañas del Partido Nacionalista de los años 2006 y 2011.
Para la primera campaña presidencial del 2006, los Humala recibieron dinero en maletines de Venezuela, a través de Martín Belaunde Lossio. Este dinero era enviado por el dictador Hugo Chávez para financiar la campaña. En la segunda campaña del 2011, la pareja presidencial recibió tres millones de dólares de la corrupta Odebretch, de acuerdo a Marcelo Odebretch, dueño de la empresa y de Jorge Barata, gerente de la sucursal peruana.
Mientras la jueza Coronado leía el adelanto de sentencia con la presencia de Ollanta en la sala del juzgado, Nadine, quien debía participar vía remota, por supuestamente estar internada en una clínica local, ingresaba a la embajada de Brasil en nuestro país y pedía asilo político.
Ni bien se conoció la notica de la solicitud de asilo, salieron en todos los medios los “politólogos” y “analistas” de siempre, con el cuento que nuestro país “estaba obligado” a otorgar el salvoconducto, para que Heredia pudiera abandonar territorio peruano. Con el pretexto que la Convención Sobre Asilo Político adoptada en Caracas en 1954 indicaba en su artículo II “Todo Estado tiene derecho a conceder asilo” refiriéndose a Brasil y a su artículo XII “Otorgado el asilo… el Estado territorial está obligado a dar inmediatamente… el correspondiente salvoconducto” refiriéndose a Perú, nos vendieron el cuento que Perú tenía que dar el documento de manera obligatoria e inmediata, de lo contrario estaríamos en falta grave. En mi opinión, ambas consideraciones son falsas y paso a explicar por qué:
Según el artículo III de la misma convención, Brasil ha actuado de manera ilícita al conceder el asilo a Heredia. Dicho artículo dice: “No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales…”. En otras palabras, no era lícito darle el asilo a Nadine, quien acaba de ser condenada por lavado de activos por un tribunal peruano después de 3 años de juicio, respetando todas las garantías del debido proceso.
Recordarán ustedes la campaña mediática armada por los caviares cuando Alan García ingreso a la embajada de Uruguay y pidió asilo político en el año 2018. Yo sí recuerdo perfectamente a Pedro Cateriano, quien fuera ministro de defensa de Ollanta Humala, salir en televisión haciendo campaña para que no le dieran el asilo a AGP, afirmado que no era un perseguido político. ¿Qué dice ahora Cateriano sobre Nadine Heredia?
El gobierno de Tabaré Vázquez tuvo que dar marcha atrás y rechazar el asilo solicitado por AGP ante el cargamontón que le hicieron, incluido el gobierno del corrupto Martín Vizcarra quien no ofreció dar el salvoconducto. El ejecutivo de Boluarte si lo dio en menos de 3 horas. ¿Será porque el primer ministro de Boluarte fue justamente ministro de justicia en el gobierno de Ollanta Humala, o es solo una coincidencia?
¿Saben ustedes en cuanto tiempo le dieron el salvoconducto al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, refugiado en la embajada de México en Ecuador, quien también solicitó asilo político y estaba procesado por malversación de fondos? La respuesta es NUNCA. El gobierno ecuatoriano, no le dio el salvoconducto para que pudiera salir del país. El presidente de Ecuador, Noboa, ordenó a la policía que ingrese a la sede diplomática para que capture a Glas y lo lleve a prisión de acuerdo a la orden de arresto en su contra. ¿Saben qué consecuencias hubo para Ecuador? Además de los lloriqueos, protestas y rompimiento de relaciones de México, la realidad es que no pasó nada.
Julian Assange, fundador de Wikileaks, estuvo asilado en la embajada de Ecuador en Inglaterra durante siete años, sin que el gobierno inglés le diera el salvoconducto para poder salir del país. Los ingleses alegaron que no había ninguna base legal para otorgar el salvoconducto y que la inmunidad diplomática no debe ser utilizada para dar refugio a supuestos delincuentes. ¿Saben que consecuencias tuvo para Inglaterra negar el salvoconducto? Ninguna.
Si hubiera estado en mis manos tomar la decisión, no le condecía el salvoconducto por un par de años y le hubiera pedido a su esposo Ollanta Humala, que le envíe una carta al corrupto Lula Da Silva, al igual que lo hizo con Tabaré Vázquez, explicándole que Nadine no es ninguna perseguida política y por ende que no le dé el asilo.
A igual razón, igual derecho. Claro, siempre que no seas caviar…
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