Desde la creación de Israel en 1948 la narrativa dominante en relación al conflicto palestino-israelí culpa a Israel como el único responsable de la tragedia del pueblo palestino, pero eso dista mucho de ver toda la verdad. Fueron también los países árabes quienes contribuyeron directamente a que jamás se concretara un Estado palestino; lo hicieron por decisión política, ambición territorial y cálculos geoestratégicos.
En 1947 se aprobó en la ONU el plan de partición del territorio, este proponía la creación de dos Estados: uno judío y otro árabe-palestino; Israel aceptó pero los líderes árabes no. Egipto, Siria, Líbano, Irak y Jordania se negaron a reconocer cualquier Estado judío y declararon la guerra a la naciente nación de Israel, lo que menos les interesaba era la protección delos palestinos, lo que querían era borrar a Israel del mapa.
Los países árabes perdieron la guerra y así Israel logró ampliar su territorio de esta manera que el Estado palestino nunca nació, y eso no fue lo peor.
La traición silenciosa: ocupación árabe de territorios palestinos
Luego de la guerra de 1948 Jordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este y Egipto ocupó la Franja de Gaza; de esta forma los territorios que la ONU había asignado a los palestinos no fueron devueltos a ellos y tampoco se promovió un proceso de independencia palestina. Entre los años 1948 y1967), ni Jordania ni Egipto hicieron algo para crear el Estado Palestino que ellos decían defender es así que los palestinos fueron ignorados, marginados y reprimidos los territorios que siempre habitaron.
El doble discurso árabe
Hoy muchos de los países áraves claman solidaridad con Palestina, organizan a cumbres, emiten declaraciones y marchan en cuanto foro internacional pueden enarbolando la causa palestina como bandera, pero en la práctica nunca han sido actores confiables para los propios palestinos.
Cuando pudieron y tuvieron la oportunidad de ayudar a formar un Estado árabe en Palestina n lo hicieron y optaron por ocupar ese territorio en lugar de reconocer una identidad nacional palestina propia; y cuando Israel ocupó esos territorios tras la Guerra de los 6 días en 1967, los gobiernos árabes se apresuraron a denunciar una ocupación aunque en el fondo el territorio palestino solo había cambiado de manos.
¿Defensores o responsables?
Es necesario aceptar esta verdad incómoda par entender el conflicto: muchos de los que hoy gritan fuerte en nombre de Palestina ayer fueron quienes silenciaron su voz, y aunque Israel tiene su cuota de responsabilidad -y muchas de sus políticas han sido duramente criticadas por la comunidad internacional-, no fue el único responsable de que no exista un Estado palestino.
Con una mano empuñaron banderas por la defensa de Palestina pero con la otra impidieron su nacimiento por intereses propios.