Opinión

La extraña muerte de ‘Budián’, por Aaron Salomón

Columna publicada en el diario Expreso.

José Miguel Castro, colaborador eficaz en el caso de Susana Villarán, fue hallado muerto el último domingo en su vivienda, ubicada en el distrito de Miraflores. De acuerdo con la Policía Nacional, alias ‘Budián’ (este es el codinome que le puso Odebrecht en su sistema de pagos ilícitos por su parecido con un pez) falleció a causa de un corte en el cuello de 14 centímetros.

Esta herida indicaría que no estamos ante un suicidio, sino frente al asesinato del testigo más importante para destejer la trama de corrupción protagonizada por la exalcaldesa de Lima.

Han pasado seis años desde que Villarán confesó públicamente haber recibido dinero sucio de las corruptas constructoras Odebrecht y OAS para sus campañas contra la revocatoria y reelección, pero recién el juicio comenzará el próximo 23 de setiembre y Dios sabe cuándo acabará.

En total, la exburgomaestre capitalina habría cobrado 11 millones de dólares a estas empresas brasileñas a cambio de contratos de los peajes de Rutas de Lima y Línea Amarilla.

Y, según la Fiscalía, fue Castro quien actuó como intermediario de los pagos ilícitos. Es decir, ‘Budián’ era el número dos de la presunta organización criminal caviar que aquí denominamos ‘Las Chalinas Verdes’, la cual se levantó en peso la Municipalidad de Lima, luego de llegar ahí con el cuento de su incorruptible superioridad moral.

El testimonio de José Miguel Castro era valiosísimo para que la mafia de Villarán pague con cárcel, pero seguramente ahora culparán al muerto de todos los crímenes perpetrados. Como bien dijo el abogado Carlos Caro, la más beneficiada con el extraño fallecimiento de Castro es Susana Villarán, quien, lejos de mostrarse enferma de lupus, fue descubierta disfrutando del sol en su piscina del balneario de Arica.

Pese a la solidez de este caso, los integrantes de la banda de ‘Las Chalinas Verdes’ gozan de la impunidad que da ser caviar en este país. Una protección que, incluso, da licencia para ultimar a aquel que ose traicionar a la organización criminal, al acogerse a una colaboración eficaz.


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