Opinión

Isla Santa Rosa es y seguirá siendo territorio peruano, nueva provocación de Petro no tiene sustento

El presidente de Colombia ha vuelto a tensar las relaciones diplomáticas en la región al asegurar que la isla Santa Rosa, ubicada en la triple frontera amazónica «pertenece a Colombia».

Esta afirmación carece de respaldo histórico y legal y ha sido rechazada de manera categórica por el gobierno del Perú, que ha dejado en claro que la Isla Santa Rosa es territorio peruano de jure et de facto.

La Cancillería peruana manifestó su protesta rechazando categóricamente las declaraciones del mandatario colombiano subrayando que la soberanía del Perú sobre la isla no está en disputa y que cualquier insinuación en contrario representa un intento injustificado de distorsionar los hechos.

Una estrategia política con motivaciones internas

Las declaraciones de Petro no son nuevas, desde hace unos años Colombia ha emitido esporádicos reclamos sobre la isla sin tener fundamento jurídico ni geográfico; pero lo que llama la atención es el momento político en que surgen estas afirmaciones.

Las pretensiones del presidente Petro carecen de sustento jurídico y responden más bien a una estrategia política para desviar la atención de los problemas internos que atraviesa su gobierno; la soberanía de Santa Rosa no está en discusión, la isla es peruana por derecho y por presencia efectiva.

El Tratado Salomón–Lozano de 1922, ratificado en 1934 tras el conflicto de Leticia, indica que todas las islas que queden en la margen derecha del río pertenecen al Perú, mientras que las que se ubiquen en la margen izquierda son de Colombia. En el caso de la isla Santa Rosa, no existe controversia: está claramente ubicada en el lado derecho, lo que la convierte en territorio peruano.

La isla Santa Rosa se ubica frente a Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil), en el corazón de la triple frontera y se encuentra íntegramente en la margen peruana del río Amazonas, siendo administrada por la Marina de Guerra del Perú y contando con presencia policial, educativa y poblacional netamente peruana.

Una provocación innecesaria

El Perú siempre ha actuado con prudencia diplomática, pero con firmeza. La paz y el respeto por los tratados son la base de la convivencia en Sudamérica y no deben ponerse en riesgo por declaraciones irresponsables ni por intentos trasnochaos de manipulación política.

La isla Santa Rosa es, ha sido y seguirá siendo peruana. No hay espacio para dudas ni para provocaciones; el pueblo peruano y su gobierno sabrán defender su soberanía con la firmeza que la historia y el derecho internacional le otorgan.


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