Para el constitucionalista Víctor García Toma (“Teoría del estado y derecho constitucional”) el Estado de derecho “denota al Estado sometido y regulado por el derecho”.
El autor también nos ilustra sobre los “elementos” que concurren al Estado de Derecho, que de manera abreviada enumero a continuación:
- “Supremacía e imperio de la Ley sobre la mera voluntad de los gobernantes…”
- “Existencia plural, diferenciada, equilibrada, y limitada de las funciones, órganos y operadores que conforman la actividad gubernamental…”
- “Existencia de un conjunto básico de derechos ciudadanos de carácter civil, político, social, económico y cultural…”
La existencia tolerancia y promoción de las “rondas campesinas” a las que alude siempre, como legítimas, el actual titular del Poder Ejecutivo, vulnera las consideraciones teóricas referidas por el constitucionalista, en las menciones precedentes.
El secuestro perpetrado por estas hordas extrañas a los órganos de gobierno, para ejercer unas veces represión, otras, justicia, y otras, torturas, según el talante que les anime, es decir de manera arbitraria, son una quiebra flagrante del Estado de Derecho.
Las noticias que han estallado en las vocerías periodísticas, corroboran que, en las sociedades incipientes, los actos atroces, son tales, solo cuando a uno le toca, pues cuando esto les ocurre a los otros, generalmente se pasa por agua tibia, con el consiguiente levantamiento de hombros.
Desde que se invistió con la banda presidencial a un inepto, el Perú viene sufriendo una serie de atropellos que, lamentablemente, nos conduce al despeñadero, donde van a parar todos los fracasos.
Estamos en caída libre, esta no se puede evitar con la propaganda fascista que despliega la comparsa ministerial en los coliseos y estadios del interior.
Lo grave de esta hecatombe nacional, es que ello significa un deterioro de la imagen que el gobierno de Perú proyecta no solo hacia la ciudadanía, que lo eligió, sino al consenso de la Naciones en el extranjero.
Perú debe tomar la decisión de parar el gobierno de corrupción al que se ha sometido, asistiendo a nuevas elecciones generales, y exigiendo al Poder Judicial que actúe conforme a Ley.