Tomar conciencia de cada texto, imagen, comentario y compartido que posteamos en nuestras redes sociales y diferentes sitios web debería ser una responsabilidad profesional.
Sí, todo queda en el ciberespacio marcado, como una huella digital, que, si no mides su impacto mediato y futuro, deberás asumir las potenciales consecuencias.
Vivir / convivir en el Internet no es novedad. No obstante, hay que reconocer que todos los inputs virtuales que generas van forjando tu identidad digital y son los cimientos de tu “yo digital” en la ruta de la construcción de tu Personal Brand.
No es broma, pues hasta en la solicitud de visado para ingresar a un país te solicitan consignar tus redes sociales públicas. Ya es costumbre que los headhunters y equipos de evaluación de recursos humanos visiten tu perfil de LinkedIn, Facebook, Instagram y, obviamente qué aparece de ti en los principales buscadores online.
El propósito de esta “revisión” es validar la coherencia entre lo que dices ser en redes (incluyendo tus opiniones y deseos) y por ejemplo la impresión que causas como candidato a una posición laboral. Cualquier contradicción generará una sensación de falsedad.
No pretendo decirte que ocultes y borres tus cuentas, sino que seas consciente del tipo de posts que haces, y más en sitios públicos, tales como medios de comunicación masiva al comentar un tema de tendencia y especialmente en Twitter. Un solo like, follow o repost puede impactar negativamente.
Las plataformas digitales son un reflejo de tu personalidad, de tus opiniones y lo que haces y dices ser. Antes de hacer clic, relee lo que pretendes publicar y pregúntate si es así como quieres pasar a la posteridad online.
- * Vicerrector Académico de la Universidad Privada Peruano Alemana – UPAL. Senior Ambassador Aerospace Education Iniciative
