El corazón no es el único órgano responsable de mover la sangre por el cuerpo. Existe otro músculo que cumple un papel vital en la circulación, especialmente en las piernas. Se trata del sóleo, conocido como el segundo corazón. Activarlo regularmente puede tener un impacto positivo en tu salud vascular y prevenir enfermedades.
¿Qué es el segundo corazón?
El músculo sóleo está ubicado en la parte inferior de la pantorrilla. Aunque su función principal es ayudarte a mantener la postura y caminar, también tiene un rol clave en el retorno venoso: impulsa la sangre desde los pies hacia el corazón, desafiando la fuerza de gravedad.
Por esta razón, los médicos lo llaman el segundo corazón o corazón periférico.
¿Cómo funciona?
Cada vez que caminas y apoyas el pie en el suelo, el peso de tu cuerpo comprime las venas profundas de la planta. Ese movimiento empuja la sangre hacia arriba. Cuando levantas el talón, el sóleo se contrae y continúa ese impulso, ayudando a que la sangre regrese al corazón.
Mientras más te mueves, más activo está el sóleo. Por eso, el sedentarismo puede afectar esta función y generar acumulación de sangre en las piernas.
¿Por qué es tan importante?
La Dra. Teresa Wu, especialista en medicina vascular de la Clínica Cleveland, señala que permanecer sentado o de pie por mucho tiempo eleva la presión en las venas. Esto puede dañar su estructura, hacerlas más permeables y provocar retención de líquidos, hinchazón y várices.
Incluso, en casos graves aunque poco frecuentes, puede haber riesgo de trombosis (coágulos sanguíneos).
¿Cómo activar el segundo corazón?
La Dra. Sharonne Hayes, cardióloga de la Clínica Mayo, indica que la forma más sencilla de activar el sóleo es caminar. Lo ideal es levantarse al menos una vez por hora si trabajas sentado.
Cuando no puedes caminar (como en un avión o reunión larga), basta con mover los dedos del pie hacia arriba y hacia abajo. Este simple gesto activa el músculo como si estuvieras caminando.
También es recomendable elevar las piernas entre 15 y 30 minutos antes de dormir, apoyándolas sobre una almohada. Otra opción útil son las medias de compresión, sobre todo si pasas muchas horas sentado.
Beneficios de cuidar el segundo corazón
Mantener activo el segundo corazón ayuda a mejorar la circulación sanguínea, reducir el riesgo de várices y evitar la hinchazón en las piernas. También puede contribuir a la salud cardiovascular general, especialmente en personas mayores o con problemas de presión arterial.