El programa de alimentación escolar Wasi Mikuna (anteriormente Qali Warma) se encuentra nuevamente en medio de un escándalo tras un incidente de intoxicación que afectó a doce escolares de la I.E. Ricardo Palma de Acopampa, en la región Áncash. Los menores fueron trasladados al Hospital de Carhuaz después de presentar malestar, como dolor estomacal, náuseas, vómitos y diarrea, poco después de consumir alimentos distribuidos por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
El director del hospital, quien confirmó el traslado de los estudiantes, aseguró que estos recibieron tratamiento con suero de buena calidad. En el informe, se detalló que once de los niños fueron dados de alta, mientras que uno permaneció en observación. Ante esta situación, las autoridades sanitarias de la región han solicitado a las Unidades de Gestión Educativa Local (Ugel) que detengan la distribución de los alimentos, argumentando que no está completamente garantizado que sean aptos para el consumo humano.
Este nuevo incidente se suma a una serie de casos previos que han generado gran preocupación. A pesar de que el Gobierno peruano había anunciado el cierre del programa, la crisis de intoxicaciones persiste. En respuesta a estos hechos, el Midis ha decidido abrir procesos penales contra los funcionarios vinculados al servicio de alimentación escolar.
El programa Wasi Mikuna, que reemplazó a Qali Warma, ha sido objeto de críticas por deficiencias en la cadena de distribución y almacenamiento de alimentos. Las investigaciones han señalado fallas estructurales que no podrían ser corregidas con simples ajustes operativos. Tras una serie de incidentes similares en diversas regiones como Piura, Ayacucho y Loreto, el Gobierno decidió suspender el programa hasta el 31 de diciembre de 2025, implementando nuevas modalidades alimentarias para asegurar la continuidad del servicio.
Durante una ceremonia por el Día del Niño Peruano en Chimbote, un estudiante de la I.E. Inmaculada de la Merced se manifestó en contra de las intoxicaciones, recordando casos previos en Piura, Bagua y Áncash, donde más de 200 niños fueron afectados. El joven criticó severamente la falta de responsabilidad por parte de las autoridades y sugirió, de manera irónica, que el programa debería cambiar su nombre a «Muerte Segura». También se refirió al escándalo conocido como “Caso Rolex” que involucra a la presidenta Dina Boluarte, y expresó su preocupación por la precariedad del sistema de salud pública.
