La excarcelación de Alberto Carlos Mejía Hernández, identificado como presunto sicario del ‘Tren de Aragua’ y con apenas 18 años de edad, puso en evidencia las debilidades del sistema judicial chileno y encendió las alarmas en Perú y otros países de la región.
Mejía Hernández fue acusado del asesinato del empresario chileno José Felipe Reyes Ossa, conocido como “Rey del Meiggs”. Según la Fiscalía, el crimen se produjo el 19 de junio en el distrito de Ñuñoa, Santiago. La víctima fue abordada después de ser vigilada durante varias horas y recibió tres disparos en plena vía pública. El móvil del ataque fue considerado un homicidio por encargo, sin que mediara robo, pese a que la víctima llevaba consigo tres mil dólares en efectivo.
Tras el crimen, los responsables permanecieron ocultos en el sur de Chile antes de regresar a Santiago, donde la policía logró detenerlos el 8 de julio. Sin embargo, el 10 de julio, tras confusos oficios judiciales y pese a una advertencia de no liberarlo, Gendarmería de Chile excarceló al detenido, identificado por un nombre falso. Una vez liberado, Mejía Hernández y dos personas más desaparecieron en el barrio Franklin, sin dejar rastro.
Investigaciones periodísticas sostienen que Mejía Hernández habría pagado alrededor de 9 mil soles para eludir las fronteras y evitar el registro oficial. Según las autoridades, se movilizó en un vehículo por aplicación hasta Iquique, en el norte de Chile, y desde ahí habría cruzado ilegalmente a Perú.
Actualmente, la Policía de Investigaciones de Chile y las autoridades peruanas mantienen activa una alerta internacional en busca de Mejía Hernández y de cualquier persona que haya colaborado en su huida. Su paradero es desconocido y se teme que refuerce operaciones criminales en otros puntos de la región.