De enero a mayo de este año el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación diagnosticó 1,404 casos
El número de atenciones por autismo en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña se duplicó en los primeros cinco meses del 2023 en relación al mismo período del 2019, antes de la pandemia del covid-19. ¿A qué se debe el incremento?
De acuerdo con cifras de la institución, conocida también conocido como Hospital del Niño de Breña, entre enero y mayo del 2019 las atenciones fueron 661. Sin embargo, en el mismo periodo del 2023 las atenciones llegaron a 1,404.
Días atrás se observaron en los exteriores del hospital largas colas de padres de buscando en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación una atención para sus niños con esta condición, cuyo nombre oficial es Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La médica rehabilitadora y jefa del servicio, Lilian Martínez Álvarez, explicó a la agencia Andina que las colas correspondían a las citas programadas para el primer trimestre del año, que ya las atendieron, y continuarán con las de abril, mayo y así sucesivamente.
Pero ¿por qué se incrementaron las atenciones? Porque se descubren tempranamente, precisó Martínez. “El uso de las herramientas que permiten realizar los diagnósticos ha mejorado notablemente y por eso logramos una detección temprana, gracias a la cual podemos evitar discapacidades severas”.
De la misma manera, comentó la médica, durante la pandemia las madres y padres de familia, al estar más tiempo con sus pequeños, empezaron a observarlos más y a notar comportamientos que les llamaban la atención. “Luego de la pandemia, las profesoras de educación inicial también notaron que pasaba algo y lo han reportado a sus padres”, añadió.
Señales en menores de 3 años
La experta señaló que hoy se puede determinar si un niño o niña menor de tres años tiene riesgo de trastorno del espectro autista, dado que ya manifiestan señales.
Si bien el diagnóstico de TEA se confirma a partir de los 3 años, detectarlos antes de esa edad permite que las terapias empiecen lo antes posible y los pequeños sean evaluados con periodicidad por los médicos, precisó.
Una de las manifestaciones de autismo en niños o niñas menores de 3 años es no tolerar los sonidos fuertes.
Algunas de las señales que expresan los niños y niñas, y deben tomarse en cuenta son: no fijar la mirada a la madre al momento de lactar, no sonreír, llorar cuando lo toman en brazos, no tolerar los sonidos fuertes, no hablar ni responder a su nombre y presentar alergias.
Esfuerzos pese a falta de personal
Martínez Álvarez reconoció que el servicio no tiene suficiente personal, entre médicos y terapistas, para atender el incremento de casos de TEA que llegan desde diferentes regiones del país y que representan el 30% de las atenciones en Medicina Física y Rehabilitación
Actualmente hay 46 personas trabajando en dicho servicio: 5 médicos y 41 profesionales expertos en terapia de lenguaje, ocupacional, psicólogos, entre otros. “Esa cantidad es insuficiente porque el autismo ha aumentado demasiado”, manifestó a la agencia Andina.
El TEA
El trastorno del espectro autista no es una enfermedad y se presenta de distintas formas en niños, niñas y adolescentes porque no todos son iguales y existe neurodiversidad. Está considerada dentro de los trastornos de enfermedades psiquiátricas, .
“El autismo comprende una serie de deficiencias persistentes y significativas en el lenguaje, verbal y no verbal, y de patrones de comportamiento e interés”, refirió.
Tres grados de autismo
En el primer grado, el niño o niña habla, entiende, es autónomo, necesita poca ayuda y algunas veces puede confundir algunas palabras.
En el segundo grado requiere ayuda, aunque pueden desarrollar lenguaje, aunque escaso; llega a necesitar terapias del lenguaje y apoyo profesional frecuente.
El tercer grado es el más grave porque el paciente necesita más apoyo de la familia, es dependiente, no pide comida ni ir al baño. A veces tienen fijaciones con objetos.
Los casos referidos al Hospital del Niño provienen sobre todo de Lima, Ayacucho, Puno, Iquitos y Tumbes, y en el Perú la relación de casos hombre-mujer ha cambiado. Antes, por cada mujer con autismo, había ocho hombres. Ahora, la relación es una mujer por cada cuatro hombres.
Además de TEA, el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación atiende trastorno del desarrollo, síndrome de hipermovilidad articular, parálisis cerebral, trastorno de déficit de atención e hiperactividad y síndrome de Down.