El taxista Thomas Escalante denunció que su vehículo fue desmantelado mientras permanecía en el depósito municipal de Santa Anita, en Lima, donde había sido llevado por una infracción de mal estacionamiento.
En declaraciones a RPP, develó que, pese a la prohibición de municipios, lo multaron y al recuperar el automóvil descubrió que le faltaban autopartes esenciales, lo que le generó pérdidas económicas valoradas en 5500 soles y lo dejó sin su principal herramienta de trabajo.
Explicó que al inspeccionarlo notó la ausencia de componentes clave como el tacómetro, el radiador, las fusileras internas y la bomba de gasolina, entre otros. “Se llevaron mi auto al depósito y me lo desmantelaron por completo, robándome las autopartes del vehículo”, expresó el afectado.
El taxista aseguró que, aunque el automóvil no tenía llantas en el momento en que fue llevado al depósito, no se trataba de un vehículo abandonado. Por ello, exige que la municipalidad de Santa Anita asuma la responsabilidad por los daños ocasionados y le otorgue una reparación económica. Según explicó, la pérdida de las autopartes no solo representa un perjuicio económico significativo, sino que también lo ha dejado sin la posibilidad de trabajar como taxista, actividad de la que depende para su sustento.