Los peruanos vemos con preocupación que los temas de la agenda nacional están quedando relegados debido a la coyuntura política donde el enfrentamiento entre los poderes del Estado ocupa la atención de las autoridades. La lucha contra la corrupción es una tarea de todos y debe seguir su respectivo proceso, cumpliendo la normativa vigente, sin excepciones.
Los temas como el combate a la pobreza, la atención de millones de peruanos que quedaron sin empleo y sin cobertura médica, así como la urgente reactivación de la economía para evitar el quiebre de millones de micro y pequeñas empresas, parecen no ser prioridad por las autoridades.
La crisis ha provocada el cierre de millones de empresas MYPES en todo el Perú. Esta situación ha provocado el rompimiento de la cadena de pagos, el despido de miles de trabajadores, y ha empujado a emprendedores, trabajadores y familias enteras a la actividad informal para subsistir.
Por otro lado, aquellas MYPES que lograron reiniciar sus operaciones, presentan problemas como la falta de seguridad ciudadana, la parálisis de obras, incertidumbre en la continuidad de los proyectos, y la fuerte caída del consumo debido a la reducción del poder adquisitivo de la población.
Es necesario, que el entrampamiento ocasionado por el enfrentamiento político, sea dejado de lado, y las autoridades prioricen los tema de la agenda nacional que permita atender las urgencias de la población.
