La pérdida o robo de documentos de identidad en el extranjero representa una de las situaciones más problemáticas para cualquier viajero. Aunque no es infrecuente quedarse sin el documento nacional de identidad (DNI) o pasaporte en otro país, existen medidas preventivas que pueden facilitar la resolución del inconveniente y permitir el regreso a casa, entre ellas portar una copia del documento de identidad.
En ese sentido, especialistas y organismos recomiendan llevar una fotocopia física del DNI o pasaporte en un lugar separado del original, así como una versión digital almacenada en el teléfono móvil o en la nube. Esta práctica minimiza las complicaciones si ocurre un robo, una pérdida u olvido del documento principal.
En caso de extravío, el primer paso consiste en presentar una denuncia ante la policía local del país donde se ha producido el hecho. Este trámite resulta indispensable antes de realizar cualquier gestión adicional. Una vez efectuada la denuncia, algunas aerolíneas permiten al pasajero embarcar si presenta la copia del documento y la constancia policial, aunque siempre es recomendable consultar con la compañía antes del viaje.
Si la aerolínea no acepta la documentación presentada, la alternativa es acercarse al consulado o embajada más próxima y tramitar un salvoconducto. Este documento de emergencia, de carácter gratuito y válido únicamente para regresar al país, requiere la denuncia policial, dos fotografías tipo carnet y algún elemento que acredite la identidad del solicitante. En este sentido, una fotocopia del DNI resulta fundamental para demostrar la identidad y agilizar la obtención del salvoconducto.
