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Poderosa: «Los 13 trabajadores secuestrados en Pataz fueron asesinados por la minería ilegal»

La empresa indicó que "suman ya 39 los colaboradores, mineros artesanales y sus trabajadores ultimados por las bandas criminales que han tomado el control de Pataz".

La minera Poderosa difundió un comunicado en el que confirmó que un equipo de rescate de la Policía Nacional logró recuperar los cuerpos sin vida de los 13 trabajadores secuestrados en Pataz, región La Libertad.

Además, la empresa señaló que los mineros fueron «cruelmente asesinados por los criminales aliados a la minería ilegal».

«De esta manera, suman ya 39 los colaboradores, mineros artesanales y sus trabajadores ultimados por las bandas criminales que han tomado el control de Pataz, hoy convertida en un territorio sin ley, en el que la violencia campea impunemente, segando vidas, sembrando el terror y sometiendo voluntades», lamentó la minera.

A su vez, la compañía recalcó que este trágico suceso se suma «a lo acontecido también ayer en una operación formal en Alacoto, Pataz, donde otra incursión de mineros ilegales y grupos criminales habría resultado en la toma de instalaciones de una planta».

Finalmente, la minera Poderosa hizo un llamado urgente al Gobierno de la presidenta Dina Boluarte con la finalidad de que se replantee la estrategia para enfrentar la criminalidad y lograr la captura de los delincuentes que operan en Pataz.

«No será posible derrotar la delincuencia si, a pesar de nuestros reiterados pedidos, la Policía sigue sin ingresar e interdictar las bocaminas ilegales, donde se guarecen y desde donde actúan las bandas criminales; y cuya ubicación está plenamente identificada y georreferenciada», mencionó.

De igual forma, denunció que las reiteradas ampliaciones del REINFO, por parte del Congreso, «han servido de manto protector para que los mineros informales e ilegales sigan desarrollando sus actividades impunemente».

«Lo sucedido en Pataz da cuenta del ineluctable avance de la minería ilegal, ya convertida en la principal economía ilícita del país, y su terrible rastro de violencia, contaminación y muerte. Frente a este espiral destructivo, resulta imperativo que el Gobierno, la empresa privada y la sociedad civil aúnen esfuerzos a fin de enfrentarla y derrotarla antes de que sea demasiado tarde», culminó.


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