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Peruano es reconocido entre los diez más innovadores del mundo

Joven becario de Pronabec creó plataforma para preservar lenguas en extinción

El programa internacional Magnificent Fellowship (Magnífica Comunidad) eligió al estudiante peruano Héctor Díaz Gómez, becario de Pronabec, entre los diez más innovadores del mundo por la creación de una plataforma que preserva lenguas en extinción.

Díaz Gómez desarrolló Gaia, una plataforma que permite a cualquier persona crear su propio traductor sin necesidad de saber programar, con la posibilidad de preservar lenguas originarias en peligro de extinción en el mundo.

Héctor, quien estudia Economía en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con la Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, explicó los beneficios de la plataforma. 

“Gaia permite crear traductores sin necesidad de saber programar. Esto abre la puerta para que estudiantes, investigadores y cualquier persona interesada pueda contribuir a la preservación de idiomas originarios o en riesgo de extinción”.

Señaló que la plataforma equivale a enseñarle a hablar un idioma nuevo a una máquina. Y mientras más se le da uso —a través de las traducciones que se van creando—más aprende. Pero, a diferencia de nosotros, esta máquina no olvida: guarda, documenta y registra el idioma. Y eso puede marcar la diferencia entre la desaparición de una lengua y su preservación.

Lenguas originarias del Perú

Actualmente, Gaia ya permite traducir siete lenguas originarias del Perú: awajún, shipibo-konibo, matsigenka, wampis, shawi, achuar y ashaninka. Y como indica el propio Héctor, mientras más personas la usen, su capacidad para traducir con precisión seguirá creciendo.

El programa Magnificent Fellowship, que otorga anualmente financiamiento a jóvenes innovadores de todo el mundo, ha entregado en 2025 un apoyo económico de 30 000 dólares a cada uno de los diez seleccionados, entre ellos Héctor.

Además del premio económico, los ganadores acceden a un programa de mentoría intensiva y actividades de desarrollo en Estados Unidos, país al que Héctor ya viajó para continuar trabajando en su proyecto.

“Allí he podido compartir con otros ganadores del premio, quienes me están ayudando a mejorar la calidad de las traducciones y a trabajar en lo que podría ser el procesamiento más rápido del mundo”, señaló el becario, quien aprendió a programar a los 17 años. 

El becario comentó que el apoyo de Magnificent Fellowship no es una beca para estudiar en una universidad ni una pasantía en una empresa sino «un premio para trabajar en lo que te apasiona y, a la vez, puede ayudar a que el mundo sea un lugar mejor”.