El grupo apostólico de origen peruano Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), envuelto en los últimos años en una serie de denuncias e investigaciones por abusos, confirmó este lunes su disolución por orden del papa Francisco.
Luego de que la noticia fuera adelantada durante el último fin de semana por una página web que publica información vinculada con El Vaticano, el SVC emitió un comunicado en el que señaló que «la información central sobre el hecho era cierta, pero contenía varias inexactitudes».
«Siendo la Asamblea conocedora de esta noticia periodística, y ante la gravedad de los hechos, el primer acto del día fue exhortar a que los responsables asumieran el despropósito de haber filtrado una información absolutamente de carácter reservado», indicó.
Añadió que dos de sus integrantes, conocidos como ‘sodálites’, reconocieron «haber violado las reservas del caso y, luego de pedir perdón a los presentes, quedaron definitivamente expulsados de la Asamblea».
En ese sentido, el Sodalicio lamentó que «la inconducta de estos dos miembros haya podido aprovecharse por la prensa para generar dudas sobre que fuera» el cardenal Gianfranco Ghirlanda, delegado pontificio del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (Divcsa), quien filtró la noticia.
En pasado agosto, la Santa Sede expulsó al fundador del SVC, Luis Fernando Figari, debido a las investigaciones que lo señalan como culpable de abusos, y desde entonces también se expectoró hasta a 15 miembros de la organización por abusos sexuales, algunos contra menores.
Figari, nacido en Lima en 1947, tiene varias acusaciones en su contra por parte de miembros que pertenecían a la misma organización e investigaciones fiscales y periodísticas por abusos físicos, psicológicos y sexuales.