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Otro ataque a mina Poderosa deja dos trabajadores muertos en medio del estado de emergencia

Un nuevo atentado perpetrado por mineros ilegales coludidos con el crimen organizado ha sacudido la mina Poderosa, ubicada en Pataz, La Libertad.

La emboscada, ocurrida la noche del viernes en la zona de la quebrada La Ciénaga, dejó un saldo de dos trabajadores fallecidos y diez heridos, tres de ellos en estado crítico.

El ataque se produjo apenas horas después de otro incidente violento en el que un trabajador perdió la vida y una torre de alta tensión fue destruida; la empresa denunció que los grupos ilegales han retomado sus actividades tras la temporada de lluvias, sembrando el terror en la zona y atacando con armas de fuego a su personal.

Clamor por acción del Estado

El gerente de Asuntos Corporativos de Poderosa, Pablo de la Flor, criticó la inacción de las autoridades pese a la presencia de efectivos policiales y militares en la región.

«Han pasado 24 horas desde el primer atentado y los criminales siguen asesinando personas sin que se tome el control efectivo de la zona», señaló, exigiendo una respuesta inmediata del Gobierno.

De la Flor también advirtió sobre el crecimiento de la minería ilegal en el Perú, señalando que esta actividad mueve aproximadamente 6.000 millones de dólares anuales, superando incluso al narcotráfico y destacó que su impacto no solo afecta a las empresas formales, sino que genera graves consecuencias sociales, ambientales y de seguridad.

Ante la escalada de violencia, la empresa ha solicitado una reunión de emergencia con el Ministro del Interior para coordinar medidas urgentes. Poderosa está trabajando en la instalación de un frente policial en la zona, pero requiere que las autoridades aceleren los trámites para su implementación.

Un problema que se repite

Este no es el primer ataque contra la mina en lo que va del año. El 12 de enero, un grupo de mineros ilegales dinamitó una torre de alta tensión recién inaugurada, dejando sin energía a la zona. En ese incidente, también tomaron el control de una bocamina y retuvieron a 17 trabajadores.

A pesar de las constantes denuncias, la respuesta del Estado ha sido insuficiente para frenar la violencia en Pataz en donce la situación sigue escalando y la empresa advierte que, si no se toman medidas contundentes, la seguridad de sus trabajadores seguirá en riesgo.