A solo un mes de realizarse la Marcha del Orgullo 2025, una de las manifestaciones ciudadanas más representativas y multitudinarias del país, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) aún no emite permisos ni responde formalmente a los organizadores del evento. La incertidumbre ha encendido las alertas dentro del colectivo que encabeza la movilización.
Desde septiembre de 2024, el Colectivo Marcha del Orgullo ha remitido numerosas cartas a la Gerencia de Movilidad Urbana del municipio solicitando reuniones de coordinación y proponiendo rutas. A pesar de estos esfuerzos, no han recibido respuesta concreta.
“Estamos a un mes del evento y la municipalidad no nos ha entregado los permisos. No sabemos si tendremos un escenario fijo o móvil, y eso nos impide cerrar contratos con artistas o avanzar con la logística”, señaló uno de los voceros del comité organizador. “Hemos cumplido con todos los requisitos, pero no hay ninguna comunicación oficial”, agregó.
Ante esta falta de claridad, el colectivo ha convocado a una conferencia de prensa que se llevará a cabo este jueves en el Congreso de la República. Estarán presentes el abogado Jhimmy Sotomayor, la congresista Susel Paredes y el activista Jorge Apolaya, quien representa al colectivo.
Según se conoció, los organizadores iniciaron gestiones formales con la comuna limeña poco después de la edición 2024. El 11 de septiembre propusieron una reunión de evaluación y planificación anticipada, que fue seguida por una segunda misiva el 25 de octubre con nuevas fechas tentativas. En noviembre, presentaron propuestas concretas de rutas, entre ellas el uso de la Av. de la Peruanidad, solicitando además coordinación con la Municipalidad de Jesús María. En febrero de este año reiteraron el pedido, sin que hasta ahora haya una respuesta definitiva.
Esta falta de definiciones amenaza con comprometer el desarrollo del evento, que cada año convoca a decenas de miles de personas. Aspectos fundamentales como la ruta, la instalación del escenario y la participación artística aún no han sido definidos por la gestión de Rafael López Aliaga.
No es la primera vez que se presentan trabas. En 2023, la municipalidad negó el permiso para concluir la marcha en la tradicional Plaza San Martín, autorizando en su lugar la Plaza 28 de Julio. La administración edil justificó entonces la decisión argumentando que el lugar estaba reservado para actividades turísticas. En 2024, se repitió el patrón y se sumaron declaraciones del propio alcalde que fueron calificadas por diversos sectores como discriminatorias.
En una rueda de prensa ofrecida el año pasado, López Aliaga señaló: “No me meto en la vida íntima de cada ser humano, pero pido respeto para mis creencias”. Asimismo, criticó algunas expresiones artísticas de la marcha: “No hagan payasadas. […] Respeten los valores de la población peruana”.
Hasta el momento, la Municipalidad de Lima no ha emitido ningún pronunciamiento oficial sobre la edición 2025 de la Marcha del Orgullo. El silencio preocupa a los organizadores, quienes insisten en la necesidad de dialogar y garantizar el derecho a la libre expresión y manifestación pacífica.