Una decisión polémica del Ministerio de Salud (Minsa) podría costarle al Perú más de 300 millones de soles. El ministro César Vásquez optó por dar por terminado un convenio clave con el Banco Mundial, lo que podría frenar uno de los proyectos más ambiciosos de infraestructura en el sector salud.
El conflicto estalló tras el nombramiento de Consuelo Perales Mesta como coordinadora del proyecto, pese a que arrastra cuestionamientos judiciales por presunta malversación de fondos públicos. Perales, vinculada al partido Alianza Para el Progreso, tiene procesos abiertos relacionados con desvío de recursos destinados a programas sensibles como salud materna, VIH y tuberculosis.
Ante esta situación, el Banco Mundial pidió una reestructuración técnica del equipo que lidera el proyecto. Sin embargo, el Minsa optó por cortar el vínculo con el organismo internacional. “No aceptaremos injerencias externas ni funcionarios impuestos”, declaró el ministro Vásquez.
Esta ruptura no es menor. Se trata de un proyecto destinado a mejorar la capacidad de respuesta del país frente a futuras emergencias sanitarias, incluyendo la construcción de laboratorios y centros de análisis genómico. En dos años, solo se había ejecutado el 8% del presupuesto total.
La decisión ha sido duramente cuestionada por especialistas. El exministro de Salud, Óscar Ugarte, calificó de irresponsable la idea de financiar un proyecto de tal magnitud con recursos sobrantes de otras obras. Por su parte, el epidemiólogo Omar Neyra lamentó que se pierda una oportunidad histórica para modernizar el sistema de salud público.
Mientras el Banco Mundial ya anunció su disposición a retirarse del convenio, el Ministerio de Salud insiste en que redirigirá recursos nacionales para continuar con la iniciativa. No obstante, queda una gran interrogante: ¿por qué se prioriza la permanencia de una funcionaria cuestionada sobre una inversión estratégica para la salud del país?
Ahora, el Ministerio de Economía y Finanzas deberá evaluar si respalda la decisión del Minsa o interviene para evitar que se pierda un proyecto clave que podría transformar el sistema sanitario peruano.
