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Ministro César Vásquez pone en riesgo el abastecimiento de medicamentos esenciales tras cierre de Medifarma

La decisión del Ministerio de Salud de cerrar totalmente las plantas de la empresa Medifarma ha generado una grave alarma en el sector salud y podría desencadenar una crisis de desabastecimiento de medicamentos esenciales en el país.

La medida, impulsada por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) bajo la supervisión del ministro César Vásquez, se tomó luego de detectarse un lote defectuoso de suero fisiológico (lote N.º 2123624) que habría causado la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas un bebé, y provocado complicaciones graves en otros trece pacientes.

Aunque el lote afectado ya había sido retirado del mercado, las autoridades sanitarias ordenaron el cierre total de las líneas de producción de las plantas de Medifarma en Lima y Ate, paralizando por completo las operaciones de la empresa, una de las principales proveedoras de medicamentos en el Perú.

El Sindicato de Trabajadores de Medifarma rechazó la medida, calificándola de desproporcionada y advirtiendo que más de 2,100 empleos están en riesgo. Asimismo, señalaron que no existen pruebas concluyentes que justifiquen el cierre total de todas las líneas de producción, muchas de las cuales no están vinculadas al lote defectuoso.

Expertos del sector salud y representantes gremiales han advertido que la medida podría tener consecuencias graves sobre la disponibilidad de antibióticos, sueros, analgésicos y otros fármacos de uso común, especialmente en hospitales públicos que ya enfrentan carencias estructurales.

A pesar de ello, el ministro Vásquez declaró que el abastecimiento de medicamentos para los años 2024 y 2025 “está garantizado”, afirmando que el gobierno ha destinado el presupuesto necesario y activado mecanismos para mantener el suministro en todos los hospitales del país.

Sin embargo, informes recientes de la Contraloría General de la República han revelado un panorama preocupante: ya existe una escasez significativa de medicamentos para enfermedades como anemia, cáncer, diabetes y VIH en distintos puntos del país. A esto se suma una advertencia de organizaciones de pacientes y médicos sobre un posible “colapso” si no se revierte la medida o se encuentra una alternativa de abastecimiento urgente.

En paralelo, el Ministerio de Salud ha anunciado acciones legales contra Medifarma y una reforma estructural de Digemid para reforzar el sistema de vigilancia y control de calidad de medicamentos.

La situación ha reabierto el debate sobre el delicado equilibrio entre la seguridad sanitaria y la necesidad de mantener un flujo constante de medicamentos. Por ahora, miles de pacientes y profesionales de la salud observan con preocupación lo que podría convertirse en una nueva crisis nacional.