Locales

Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar

Este 30 de marzo, la secretaria general de la base aprista de San Borja, María Inés Valdivia, se pronuncia sobre este importante sector laboral del país.

El trabajo doméstico en el Perú ha sido siempre una actividad infravalorada, la sociedad ha delegado en las mujeres el cuidado relativo a la limpieza, higiene, la sobrevivencia de la infancia y los adultos mayores, pero lamentablemente, esta enorme contribución económica y social no ha sido tratada con justicia.

A través de los siglos, la trabajadora del hogar no fue considerada como tal, permitiéndose el abuso y la explotación, además del trato denigrante, racista y sexista que agravó la experiencia de vida de mujeres esclavizadas e indígenas desarraigadas de sus etnias originarias. La violencia sexual experimentada por las mujeres trabajadoras en el ámbito doméstico ha sido expuesta en la literatura peruana, por autores como Mario Vargas Llosa o Alfredo Bryce, dando a conocer que los personajes femeninos fueron enviados a la capital para ser “civilizados”, lo cual conllevó innumerables casos de violencia sexual, étnica y alienación.

En la actualidad, el trabajo doméstico, es esencialmente ejercido por mujeres (95%) y esta condición tiene estrecha relación con la “naturalización” de este género como más apto para este tipo de empleo. De igual manera, el trabajo doméstico, es desempeñado por 244.726 personas (ENAHO, 2020). Se trata de una modalidad laboral ubicada con frecuencia en el escalafón más bajo de la remuneración económica, en que se desenvuelven mujeres nacionales o inmigrantes, que con frecuencia ven impedido su derecho a un contrato justo, en el marco de las leyes laborales vigentes.

Por lo tanto, la base distrital del Partido Aprista de San Borja, se pronuncia sobre la situación arriba descrita y ponen en conocimiento de la ciudadanía la necesidad de exigir el cumplimiento del marco normativo establecido por la Organización Internacional del Trabajo, referente al Convenio 189, en el cual se señala que el trabajo doméstico debe tener las mismas consideraciones legales que otros tipos de empleo, en referencia al ámbito de los derechos. Asimismo, se exigen el respeto a la Ley 31047, que implica la celebración de contratos escritos, el respeto al salario mínimo vital y la no contratación de menores de edad. Nuestro partido, defiende históricamente la jornada de las ocho horas de trabajo dignas, que las trabajadoras del hogar merecen, así como el pago de la CTS y las gratificaciones de Ley. En esta jornada de lucha, el APRA se hace presente, siempre con el Pueblo.