El proceso para adquirir entradas a Machu Picchu enfrenta una crisis que afecta la experiencia de miles de visitantes. En plena temporada alta, los turistas reportan esperas de hasta tres días en Aguascalientes para acceder a un boleto. Las deficiencias en la plataforma oficial del Ministerio de Cultura y el control insuficiente sobre la venta presencial han provocado la intervención de mafias dedicadas a la reventa, agravando el impacto negativo en la imagen del principal atractivo turístico del país.
Los gremios turísticos del Cusco señalan que los problemas en la gestión de entrada han sido reiterados ante el Ejecutivo, pero las respuestas han sido insuficientes. Las fallas técnicas en el sistema, la falta de una plataforma digital segura y el poco avance en obras de infraestructura, como el centro de visitantes, afectan tanto a los turistas como a las agencias y operadores locales.
Juan Stoessel, vicepresidente de la Cámara de Turismo del Cusco (CARTUC), responsabiliza al Ministerio de Cultura por la ineficiencia. En diálogo con La República indicó que se delegó el sistema de ventas a operadores que desconocen la realidad local y apunta que los compromisos asumidos por el Ejecutivo, como la eliminación de la venta en ventanilla y la implementación de una plataforma digital única, siguen sin cumplirse. Además, critica la especulación de entradas y el impacto sobre la reputación internacional de Machu Picchu y el turismo nacional.
Por otra parte, Livia Huari, guía profesional e integrante de la Asociación de Operadores Oficiales del Camino Inca (ASOORCIC), denunció al medio en mención que la incertidumbre sobre las reservas repercute en cancelaciones y pérdidas económicas. Las fechas para el acceso aparecen indisponibles y solo se habilitan sin previo aviso, lo que impide la planificación. Huari también advierte sobre restricciones implementadas sin comunicación adecuada, como la limitación del segundo día de ingreso al Camino Inca, lo que obliga a agencias a modificar itinerarios y explicar cambios sorpresivos a los clientes. Según sus estimaciones, las ventas han caído entre 40% y 45% en los últimos meses.