Para un perro, salir a pasear no es un capricho, sino una necesidad esencial que impacta su salud física, mental y emocional. Según los expertos, la falta de paseos diarios a tu querida mascota le puede generar ansiedad, comportamientos destructivos y problemas de salud como obesidad, trastornos articulares y cardiacos.
Cada salida es una experiencia multisensorial para el perro: oler, explorar y socializar estimulan su mente y liberan energía acumulada.
“Un paseo es como leer el periódico y hacer ejercicio al mismo tiempo para ellos”, explica la veterinaria Ana López. Sin esta rutina, los perros pueden desarrollar conductas compulsivas, como lamerse las patas o perseguirse la cola, además de deterioro muscular y envejecimiento prematuro.
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El paseo también fortalece el vínculo con el dueño, creando momentos de conexión y confianza mutua. No se trata solo de la duración, sino de la constancia: incluso 15 minutos diarios de caminata sin prisas pueden marcar la diferencia.
Los especialistas instan a los dueños a priorizar este hábito.
“Abrir la puerta y poner la correa es un acto de amor que le da a tu perro una vida más plena”, concluye López. Porque para ellos, el mundo exterior no es un lujo, es parte de su naturaleza.




















