En los últimos días, diversas municipalidades han intensificado las inspecciones en supermercados y centros comerciales a nivel nacional, derivando en clausuras temporales por incumplimientos en seguridad e infraestructura.
Este esfuerzo por reforzar las fiscalizaciones surge tras la tragedia ocurrida en el Real Plaza de Trujillo, que dejó un saldo de seis fallecidos y más de 80 heridos, generando una profunda preocupación en la ciudadanía.
Clausuras en San Isidro: Wong y Tottus Bajo la Lupa
El supermercado Wong de la avenida 2 de mayo, en San Isidro, fue clausurado temporalmente luego de que una inspección municipal detectara fallas en seguridad y falta de documentación obligatoria. Esta acción se suma al cierre del Tottus de la calle Las Begonias, también en San Isidro, donde se encontraron deficiencias sanitarias y estructurales, incluyendo presencia de insectos en áreas de alimentos preparados y deterioro en almacenes.
Estas clausuras no son hechos aislados. Desde el 21 de febrero, al menos siete supermercados han sido cerrados en distintas partes del país por incumplimientos relacionados con infraestructura, higiene y manejo de productos alimenticios. Además, ocho centros comerciales han sido inhabilitados por no cumplir con medidas básicas de seguridad.
Un Problema de Seguridad Nacional
El incremento de las fiscalizaciones y clausuras responde a un clamor ciudadano por mayor seguridad en los establecimientos comerciales. La tragedia en Trujillo evidenció la urgencia de garantizar que supermercados y centros comerciales cumplan con estándares mínimos para proteger a consumidores y trabajadores.
Las inspecciones recientes han revelado fallos en rutas de evacuación, sistemas eléctricos, almacenamiento de productos y limpieza de instalaciones. En algunos casos, incluso se han identificado riesgos de incendio y fallas en equipos de emergencia como luces y extintores.
Reacción del Sector Comercial
Ante este panorama, la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú (ACCEP) ha instado a sus miembros a realizar inspecciones internas para reforzar las medidas de seguridad. En un comunicado, recalcaron su compromiso con la seguridad de los visitantes y trabajadores, y aseguraron que tomarán acciones para evitar incidentes similares en el futuro.
¿Qué Sigue Ahora?
Si bien las clausuras pueden generar incomodidades en los consumidores y pérdidas económicas para las empresas, es un recordatorio necesario de la importancia de la seguridad en espacios de alta concurrencia. La vigilancia ciudadana y la acción de las autoridades deben continuar para asegurar que supermercados y centros comerciales operen bajo condiciones óptimas.
En un contexto donde la prevención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, este llamado de atención no debe ser ignorado. Las municipalidades tienen ahora el reto de mantener un control riguroso sin caer en excesos burocráticos, mientras que los establecimientos comerciales deben asumir su responsabilidad y cumplir con las normativas de seguridad establecidas.