Locales

Caos migratorio en el nuevo Jorge Chávez: fallas, colas y silencio institucional

El recién inaugurado terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, presentado como un hito en la modernización del transporte aéreo en el Perú, se ha convertido en escenario de caos y frustración para miles de pasajeros.

El fin de semana, una falla en el sistema de control migratorio provocó largas colas, pérdida de vuelos, aglomeraciones y múltiples quejas por la falta de atención e información por parte de las autoridades.

La emergencia se desató entre las 9:00 p. m. del sábado 28 y la medianoche del domingo 29 de junio. Durante esas horas, el sistema migratorio —bajo responsabilidad de la Superintendencia Nacional de Migraciones— presentó lo que fue descrito oficialmente como una “intermitencia”. Sin embargo, para los pasajeros, la experiencia fue de total parálisis.

“He estado más de tres horas en la fila, es realmente agotador. No aguanto los pies ni los tobillos”, relató un pasajero procedente de Costa Rica. Otros, como Jaime Torres, tras 29 horas de vuelo con escalas, tuvieron que esperar más de tres horas para cruzar migraciones. Las quejas fueron unánimes: colas interminables, nula orientación del personal, falta de información clara y ausencia de voceros visibles durante la crisis.

Testimonios desde el caos

Un guía de turismo que fue a recoger a pasajeros del vuelo de Aeroméxico a las 3:34 p. m. del domingo relató que recién pudo salir del aeropuerto con ellos a las 6:45 p. m., tras más de tres horas de espera. Según reportó, el área de migraciones del nuevo terminal sería 20% más pequeña que la del antiguo aeropuerto, a pesar de las promesas de mayor capacidad operativa. “LAP prometió un aeropuerto más ‘grande’, pero parece que se referían a un centro comercial con más espacio para tiendas y restaurantes, no a un terminal funcional para pasajeros”, escribió con indignación.

Lima Airport Partners (LAP), concesionaria del aeropuerto, emitió un comunicado señalando que la falla técnica fue responsabilidad de Migraciones y reiteró que el control migratorio no está bajo su administración directa. También invocó a que se refuerce el uso de la app Migracheck para facilitar el uso de puertas electrónicas y aliviar las colas en los filtros tradicionales.

LAP insistió en la necesidad de que todos los puestos estén cubiertos por personal capacitado de Migraciones, algo que, admiten, no se cumple actualmente.

Un nuevo aeropuerto con viejos problemas

El nuevo terminal fue inaugurado hace apenas un mes, el 1 de junio. Desde entonces, se han acumulado reportes de demoras, filas extensas y fallas operativas. Lo que debía ser una mejora sustancial para los viajeros internacionales ha terminado exponiendo una infraestructura que no responde con eficiencia ni a su propia demanda proyectada.

Además, la falta de una respuesta articulada entre LAP, Migraciones y las aerolíneas ha dejado en evidencia un grave vacío de gestión de crisis.

El aeropuerto Jorge Chávez es la principal puerta de entrada y salida del Perú, el colapso del sistema migratorio y la respuesta improvisada ante la emergencia del fin de semana no solo afectan la experiencia de los pasajeros, sino que dañan la imagen del país ante el turismo internacional.

Es momento de que las autoridades de Migraciones, LAP y el Ministerio de Transportes rindan cuentas públicamente. El Estado debe asegurar que las obras de infraestructura no solo sean modernas en apariencia, sino funcionales en operación. No basta con tener un terminal nuevo si este ignora las necesidades básicas de sus usuarios.

La modernización no puede construirse de espaldas al usuario.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *