El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves que su administración impondrá nuevas sanciones contra Rusia, aunque expresó escepticismo sobre el impacto real que podrían tener en el conflicto con Ucrania.
«Sí, vamos a imponer sanciones. No sé si eso les molestará [al presidente ruso, Vladímir Putin]. Ellos conocen bien las sanciones, yo mejor que nadie sé lo que implican los aranceles y otras restricciones. No sé si esto surtirá algún efecto, pero lo vamos a hacer», declaró Trump durante una rueda de prensa.
El mandatario republicano volvió a insistir en que, de haber estado en el poder cuando comenzó la invasión rusa, la guerra entre Moscú y Kiev nunca habría ocurrido. “Ese conflicto no habría estallado si yo hubiera sido presidente”, afirmó.
Además, anunció que su enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, viajará próximamente a Rusia tras una visita oficial a Israel, donde se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu. La Casa Blanca expresó su creciente preocupación por la situación en la Franja de Gaza.
Trump también señaló que dio a Moscú un plazo de 10 días para llegar a un acuerdo de paz con Kiev. De no concretarse, advirtió que EE.UU. aplicará aranceles adicionales y más restricciones económicas. Hasta el momento, afirmó no haber recibido respuesta por parte del Kremlin.
Desde Rusia, el portavoz presidencial Dmitri Peskov aseguró que el país ha desarrollado una «inmunidad» frente a las sanciones occidentales. “Nuestra economía ha estado funcionando bajo múltiples restricciones desde hace años, y hemos aprendido a adaptarnos”, afirmó.
En línea con esta postura, el presidente Vladímir Putin ha sostenido en anteriores declaraciones que las sanciones impuestas por Occidente terminan afectando más a las economías que las promueven. En mayo pasado, calificó de “imbéciles” a algunos líderes occidentales por “dañar a sus propios países solo por intentar debilitar a Rusia”.
