El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, aseveró en una entrevista concedida al periodista estadounidense Tucker Carlson que la República Islámica jamás pretendió hacerse con una bomba nuclear.
El mandatario denunció que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, «ha creado desde 1984 esta falsa idea de que Irán busca una bomba nuclear» y «ha insinuado que Irán ha estado tratando de desarrollar una bomba nuclear en el pasado, y lo ha puesto en la mente de todos los presidentes estadounidenses desde entonces».
«Pero la verdad es que nunca hemos buscado desarrollar una bomba nuclear, ni en el pasado, ni en la actualidad, ni en el futuro, porque esto es incorrecto y contradice el decreto religioso o la ‘fatwa’ emitido por su eminencia, el líder supremo de la República Islámica de Irán», aseveró.
En este sentido, Pezeshkian resaltó que el desarrollo de armas atómicas «está prohibido religiosamente» para la nación persa, y la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní «siempre ha sido corroborado» por la cooperación de Teherán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
«[Los inspectores del OIEA] siempre han estado ahí para verificarlo y para corroborar que nunca hemos deseado una bomba nuclear», agregó.
En este contexto, el presidente lamentó que la cooperación de Irán con el OIEA «se vio interrumpida por los ataques ilegales» contra las instalaciones nucleares del país efectuados por Israel y EE.UU. durante la llamada ‘guerra de 12 días’.
- Este 2 de julio, Pezeshkian promulgó una ley que suspende la cooperación de Irán con el OIEA.
- El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad el pasado 25 de junio por el Parlamento del país.
- La ley determina la suspensión de la cooperación hasta que los centros nucleares y los científicos iraníes estén totalmente protegidos de conformidad con la Carta de la ONU y según lo determine el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
- Desde el Parlamento de la República Islámica argumentaron entonces que el OIEA «ni siquiera condenó formalmente el ataque contra las instalaciones nucleares iraníes», «por lo que ha perdido su credibilidad» a nivel mundial.