La Universidad de Oxford ha detenido las pruebas que hace con su vacuna -desarrollada con AstraZeneca- en niños y adolescentes hasta que la agencia reguladora del medicamento del Reino Unido (MHRA) proporcione más información sobre sus posibles efectos secundarios.
En un comunicado enviado a Efe, un portavoz de la universidad señaló que «aunque no hay preocupación sobre la seguridad en el ensayo clínico pediátrico», Oxford ha decidido «esperar a (tener) información adicional del MHRA en su investigación de casos raros de trombosis antes de administrar más vacunas».