El investigador paranormal Dan Rivera, reconocido por ser el custodio de la célebre muñeca Annabelle —inspiración para la saga El Conjuro—, fue hallado sin vida en un hotel de Pensilvania durante una gira por Estados Unidos. Las causas de su muerte aún no han sido determinadas, lo que ha generado una ola de misterio entre sus seguidores.
Rivera, de 54 años, participaba activamente en la gira «Devils on the Run», organizada por la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Psíquica (NESPR, por sus siglas en inglés), fundada por Ed y Lorraine Warren. Fue encontrado sin signos vitales el domingo en su habitación de hotel por parte de su equipo. A pesar de los intentos de reanimación, nada pudo hacerse. La Policía local informó que no se hallaron indicios sospechosos en el lugar, y se espera la autopsia para determinar la causa exacta del deceso.
A través de un comunicado, la NESPR expresó su dolor: “Estamos desconsolados. Dan creía profundamente en educar al público sobre lo paranormal y lo hacía con pasión y generosidad. Su legado perdurará”.
Su última aparición pública
Un día antes de su fallecimiento, Rivera lideró una presentación con entradas agotadas en Gettysburg, donde los asistentes pudieron observar de cerca la muñeca original Annabelle. Durante el evento, explicó las medidas adoptadas para proteger al público, entre ellas una caja hecha a mano con madera impregnada de agua bendita y tres cruces simbolizando la Santísima Trinidad.
Incluso mencionó incidentes que se atribuyen a la muñeca, como un incendio en una vivienda de Luisiana y una fuga carcelaria en Nueva Orleans, ambos ocurridos tras una exposición en ese estado. “Nosotros no la quemamos”, bromeó Rivera, asegurando que tomaban todas las precauciones posibles.
Un legado paranormal
Rivera, veterano del Ejército de EE.UU., fue discípulo de Lorraine Warren y uno de los rostros más visibles del legado que ella y su esposo dejaron en el mundo de la investigación sobrenatural. A pesar de su repentina muerte, la NESPR confirmó que la gira continuará. “Dan hubiese querido que siguiéramos. Su espíritu nos acompaña”, afirmaron.
El origen de la leyenda de Annabelle
La historia de Annabelle comenzó en los años 70, cuando una joven llamada Donna recibió la muñeca como regalo. Pronto, ella y su compañera de cuarto empezaron a notar movimientos inexplicables. Con el tiempo, la muñeca parecía cambiar de habitación por sí sola, aparecer en posiciones distintas e incluso dejaron de ser solo movimientos: comenzaron a encontrar mensajes escritos a mano en papel pergamino que nunca habían tenido en casa.
Alarmadas, acudieron a los Warren, quienes concluyeron que no se trataba de un espíritu humano, sino de una entidad inhumana que manipulaba el objeto. Desde entonces, Annabelle ha permanecido bajo estricta custodia, primero en el Museo del Ocultismo de los Warren en Connecticut, y más recientemente bajo la supervisión de Rivera.
Ahora, con su repentina muerte, se reavivan las preguntas: ¿era solo un guardián… o también una víctima más de la maldición de Annabelle?
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