Una nueva disputa entre los hijos del exdictador chileno Augusto Pinochet ha reavivado el debate sobre el origen y el destino de su millonario patrimonio. Jacqueline Pinochet Hiriart, la menor de los cinco hijos del fallecido general, presentó una querella contra su hermano Marco Antonio Pinochet, a quien acusa de apropiarse irregularmente de varios inmuebles que estaban a nombre de su padre.
La denuncia fue admitida por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago. En ella, Jacqueline sostiene que su hermano habría recibido más de 160 millones de pesos chilenos (alrededor de 165 mil dólares) solo por el arriendo de una de estas propiedades, ubicada en una zona de alto valor. Según declaró al diario La Tercera, lo defraudado al resto de los herederos podría superar ampliamente esa cifra.
El conflicto familiar ha escalado hasta incluir acusaciones de maltrato verbal, amenazas y órdenes de alejamiento. Pero más allá de la tensión entre hermanos, la controversia vuelve a poner bajo la lupa el verdadero origen de los bienes que dejó Pinochet, quien lideró una dictadura militar (1973-1990) marcada por violaciones sistemáticas de derechos humanos, con más de 40.000 víctimas entre detenidos, torturados, ejecutados y desaparecidos.
Una fortuna bajo sospecha
Organizaciones de derechos humanos y sectores políticos han cuestionado por años que los bienes del exdictador estén en manos de su familia. Algunos sostienen que deberían ser incautados por el Estado o destinados a la reparación de las víctimas de la dictadura. “No se trata de una herencia como cualquier otra, sino del remanente de décadas de corrupción, desfalcos y uso indebido de fondos públicos durante la dictadura cívico-militar”, señala el medio El Ciudadano en una nota titulada Nada que heredar.
El escándalo sobre el patrimonio de Pinochet estalló en 2004, cuando una investigación del Senado de EE.UU. reveló que tenía 125 cuentas secretas en el Banco Riggs de Washington, con más de 20 millones de dólares depositados desde 1994. Además, la entidad financiera lo habría ayudado a crear empresas offshore en las Islas Bahamas utilizando pasaportes falsos, cuentas a las que también tendrían acceso sus hijos, según consignó Radio Bío Bío.
Ese mismo año, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) de Chile presentó una querella contra Pinochet por defraudar al fisco. Sin embargo, su muerte en 2006 cerró esa vía judicial antes de que se pudiera determinar con certeza el origen de su fortuna.
Mientras la justicia avanza lentamente, los bienes del exdictador siguen siendo motivo de disputa entre sus herederos. Para muchos, la verdadera batalla es por establecer si esa riqueza fue obtenida legítimamente o si es el resultado de una red de corrupción tejida durante años al amparo del poder.