Un ataque aéreo atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alcanzó la Iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico en la Franja de Gaza, causando la muerte de al menos tres personas y dejando varios heridos. Entre los afectados se encuentra el párroco argentino Gabriel Romanelli, quien sufrió heridas leves en una pierna.
El Vaticano confirmó el hecho a través de un comunicado oficial, expresando su «profundo dolor» y revelando que la iglesia estaba dando refugio a numerosas familias cristianas desplazadas por el conflicto. Estas personas se habían alojado en el templo tras perder sus hogares durante los bombardeos.
El ejército israelí, por su parte, indicó que está «al tanto de los informes sobre los daños causados» y que «las circunstancias del incidente están bajo revisión», sin asumir responsabilidad directa por el momento.
El papa León XIV, sucesor del fallecido Francisco, se declaró «profundamente entristecido» por el ataque y pidió que se respete la vida de civiles y la neutralidad de los lugares de culto. Cabe recordar que durante su vida, el Papa Francisco mantenía una estrecha relación con el padre Romanelli, a quien llamaba casi a diario desde el inicio de la guerra.
La Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada en el corazón de Gaza, ha sido durante años un símbolo de convivencia interreligiosa y un refugio espiritual para la reducida comunidad cristiana del enclave palestino. El ataque ha generado una ola de condenas en redes sociales y entre líderes religiosos del mundo.
Este suceso se suma al creciente número de víctimas civiles registradas desde el inicio de la ofensiva militar israelí en Gaza, que ha dejado cientos de muertos y desplazado a miles de personas.